"Devolvemos lo que nos llevamos".

Varias decenas de personas se congregaron ayer por la tarde a las puertas del inmueble de la calle del Amparo, 83, para hacer una entrega simbólica de todos los escombros que retiraron los jóvenes que ocuparon el local, el pasado mes de noviembre. Los manifestantes, que recorrieron varias calles del barrio de Lavapiés a los gritos de "Casa abandonada, casa ocupada", mostraron así su solidaridad con 15 de los jóvenes ocupantes del inmueble, para quienes el fiscal pide una pena de dos meses de cárcel. No faltaron tampoco alusiones directas a la Policía Nacional, que durante media hora permaneció en actitud vigilante. A las 21.30, y después de acordonar la zona, la policía dispersó a los manifestantes con una espectacularidad que vació las calles. Los botes de humo se econtraron en el camino con pequeñas barricadas de escombros que fueron dejando los jóvenes en su retirada.