El sacrificio de Hugo.
Hugo Sánchez elevó su dosis de estrellato tras el éxito conseguido por México en su debú ante Bélgica. Hugo fue más estrella que nunca y sus declaraciones saltaron entre la humildad y la vanidad, en una dudosa frontera de difícil demarcación. Hugo, en un momento dado, dijo: "Ayudé en el medio campo y organizando el ataque. Quizá sacrifiqué mis aproximaciones a la portería contraria para cubrir las necesidades de mi equipo". Era el Hugo un tanto humilde, que pasó a ser el Hugo vanidoso nada más decir: "El acoplamiento con mis compañeros ha sido extraordinario en el aspecto futbolístico y también en el afectivo porque sabían que venía a aportar una ayuda importante y no a perjudicarles". La alegría local por este triunfo tuvo su mejor exponente en el titular del diario deportivo Ovaciones: "Dios nos ayudó".
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