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Reportaje:

El 'scalextric' que nunca se abrió al tráfico

El paso elevado de Vigo será demolido a los 10 años de su construcción

El paso elevado construido sobre las calles de Lepanto y Gran Vía, en Vigo, para dar salida a la autopista de Altántico, tiene los días contados. El polémico scalextric, construido en 1976 y nunca abierto al tráfico, será derribado y desmantelado metro a metro, en una operación que costará unos 100 millones de pesetas y durará cinco o seis meses. El ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Javier Sáenz Cosculluela, llegará a Vigo el próximo día 24 para dar el primer golpe de pica y poner fin a una larga serie de reclamaciones vecinales.

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Una promesa incumplida

La historia del scalextric de Vigo es la de un extraño proyecto o despropósito urbanístico iniciado en 1965, aprobado por la corporación municipal viguesa en 1974 y ratificado por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) en 1975. Surgieron entonces las primeras protestas de los vecinos afectados y no faltaron las medidas de presión ante el Ayuntamiento y los viajes a Madrid para conseguir que el ministerio rectificase. La verdad es que se logró tan sólo una reconsideración temporal del proyecto, y el ministerio pidió que la corporación se pronunciase nuevamente.El entonces alcalde, Joaquín García Picher -ya fallecido-, creó una comisión de estudio formada por técnicos municipales y solicitó informes a distintos colegios profesionales. Esos pronunciamientos resultaron, en líneas generales, contrarios al proyecto por lo que suponía de ruptura del equilibrio urbano y estético y por lá situación de peligro que creaba un viaducto de circulación en doble sentido con una anchura de 9,60 metros y que en algunos puntos pasaba a tan sólo 2,40 metros de las edificaciones. Y todo ello con la finalidad de hacer desembocar una autopista en el centro de Vigo, en una zona duramente castigada por los problemas de congestión del tráfico.

Pero a pesar de todo esto, a pesar de las presiones vecinales, no hubo nada que hacer, y una nueva sesión plenaria en 1976 ratificó por 10 votos contra ocho y ,una abstención el acuerdo adoptado dos años antes. La construcción del viaducto se acometió deprisa y corriendo.

Y deprisa llegaron también las promesas de echarlo abajo. El que luego sería y es alcalde socialista de Vigo, Manuel Soto, lo hizo en su primera campaña en 1979.

En octubre de 1985, el ministro de Obras Públicas, Javier Sáenz Cosculluela, en una visita a Vigo hizo públicos sus tres pronunciamientos sobre el scalextric: "He visto una actuación en un medio urbano que, en mi opinión y experiencia, es la mayor agresión al ciudadano que he conocido". "Semejante agresión urbanística no tiene más que un remedio: el derribo". "Si técnicamente es posible la explosión, y eso tendrán que decirlo los técnicos, yo mismo vendré a apretar el botón. Y si no es con botón, vendré a dar el primer golpe de pica".

El alcalde Soto apostilló: "Estamos en el comienzo del fin", y -añadió aquello de la fe que mueve montañas. "En Vigo la fe ha movido scalextric", dijo.

Vendría unos meses después, en enero de este año, la aprobación del derribo por parte de la corporación municipal, con debate por medio, ya que el Grupo Popular, oposición mayoritaria, creía conveniente mantener el despropósito. Algún provecho podrá sacársele, decían, si continúa en pie.

Pero ya no había nada que hacer y, tras el mayoritario sí y la redacción del proyecto correspondiente, todo quedaba listo para derribo. El MOPU se encargará del trabajo y de los costes. La tarea comenzará, según el alcalde, el sábado 24 de mayo. "Depende de la disponibilidad del ministro, que cumplirá su promesa y vendrá a Vigo para dar ese primer golpe de pica". El ministro podrá presumir así de haber puesto una pica en Vigo.

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