UCD, presente en la convención

La convención reformista fue ayer pródiga en presencias de ex dirigentes y ex militantes de la desaparecida Unión de Centro Democrático, que, hace precisamente cuatro años, inició de hecho, tras los resultados de las elecciones autonómicas andaluzas del 28 de mayo de 1982, el camino que iba a conducir hacia su liquidación formal -aunque jamás se celebró el preceptivo congreso de disolución-, en febrero de 1983.

Pese a la proclamada ideología liberal del PRD, han sido integrantes de la llamada ala socialdemócrata de UCD, cómo Juan Antonio García Díez, Carlos Bustelo, Rafael Arias-Salgado o Antonio Gracia, los últimos militantes del fenecido partido centrista en incorporarse a la formación que inspira Miquel Roca. El aparato del PRD está también integrado por personas procedentes del equipo del democristiano José Luis Álvarez -hoy militante en el PDP de óscar Alzaga-, como Fernando Garro o el secretario general, Florentino Pérez. También procedente del ala democristiana de UCD es Juan Antonio Ortega Díaz-Ambrona, quien ayer ocupaba un lugar destacado entre los invitados a la convención, aunque no haya formalizado su entrada en el reformismo. No asistió, sin embargo, el ex ministro de Exteriores José Pedro Pérez Llorca, quien rechazó una invitación de Roca para concurrir por Madrid.

La presencia de ex ucedistas locales es también palpable en las 41 listas de candidatos reformistas al Congreso y el Senado, pese a los intentos de Roca por evitar una excesiva proliferación de dirigentes del desaparecido partido en las cabezas de las candidaturas: tales intentos se hicieron especialmente patentes en Madrid, sin duda la lista más cuidada por Roca, encabezada por un independiente -Sáinz de Robles- y en cuyo número dos figura el presidente del PRD, Antonio Garrigues, quien jamás militó en UCD. Esta lista se cierra con el nombre de Joaquín Satrústegui, uno de los pocos liberales de UCD que no pasaron al PL de José Antonio Segurado.