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Historias de fin de siglo

Hace casi 100 años -en 1890-, Óscar Hauser y Adolfo Menet decidieron crear en Madrid una industria de artes gráficas,que atendiera la demanda de impresión española. Fue entonces de las mayores y más modernas imprentas existentes en nuestro país. A principio de los cincuenta, Alberto Wicke Schroeter compra la empresa, que convierte en sociedad anónima el 31 de diciembre de 1959, ya como Hauser y Menet. El capital social inicial fue de 16 millones de pesetas, de los que la familia Wicket participó en un 60%, y el Banco Europeo de Negocios, filial del Popular, con un 40%.

En 1968 entran en la sociedad el Banco Urquijo e Induban. Los problemas de la compañía comenzarían en los años setenta, entre otras razones por un incremento de las plantillas y por la propia especialización que ha ido adquiriendo la empresa de artes gráficas. En 1978 las pérdidas acumuladas eran de 426,6 millones. La situación se vería agravada cuando Ediciones Zeta comienza a devolver letras. En enero de 1979 no se pagan los salarios del mes, y un mes después se presenta suspensión de pagos. Las deudas de partida -1.235,9 millones- se encuentran actualmente situadas en poco más de 300 millones.

Más información
Hauser y Menet propone un plan de viabilidad basado en el aplazamiento de las deudas con la Administración

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