Santillana
La vida ha sido generosa con este hombre. Tiene un don, el de jugar bien al fútbol, y ha sabido aprovecharlo. Acaba prácticamente de pasar la treintena y tiene fama y fortuna. Ha llegado lejos en su profesión y cuando mira para atrás encuentra razones para sentirse satisfecho. Sin embargo, no se le pueden negar motivos de queja. De un día para otro, se vio apartado del equipo. Cada vez que sale, se convence más y más de que tiene sitio en él. Y a fuerza de marcar goles, ha convencido de lo mismo al público, a su público.
El Madrid ha pasado un par de eliminatorias muy difíciles en esta competición, y en ambas apareció Santillana para resolver a última hora. Anoche no se sabía cuántos goles harían falta, pero en cuanto Santillana saltó al campo llegó el convencimiento de que marcaría. Y se reservó el quinto gol, el último.
El Madrid termina una temporada feliz, aunque Mendoza tiene ante sí un problema: la renovación del contrato de este hombre. Con un ataque compuesto por Butragueño, Hugo Sánchez y Valdano, el trío mejor pagado del fútbol español, Mendoza puede pensar que ya invierte lo suficiente en la delantera. Pero le es imposible ignorar que en la Copa de la UEFA el que ha resuelto ha sido Santillana. Y que, ello aparte, su ejecutoria anterior merece una consideración.
