En busca del récord sin liebre
El Madrid se ha acostumbrado durante estos dos últimos años a batir récords, pero abatirlos con liebre. A medida que han sido mayores las dificultades que el equipo se traía del partido de ida, más entusiasmo había entre los aficionados madridistas a la horade acudir al campo. Ahí, el Madrid siempre ha respondido, y así marcó en la temporada anterior seis goles al Anderlecht y tres al Inter, y en ésta, cuatro al Borussia Moenchengladbach y cinco, de nuevo, al Inter. El entusiasmo por este tipo de partidos ha sido tal que el club ha terminado por declararse incapaz de controlar un tifus que ha alcanzado proporciones antes desconocidas.Esta vez es otra cosa. Se trata de batir un récord sin liebre y eso parece menos divertido. Eso y la televisión justifican una. víspera menos vibrante que la de' anteriores eliminatorias, a pesar de que es ésta, y no las anteriores, la que puede desembocar en la conquista del título. Pero la inexistencia de un objetivo concreto, sea de dos, tres o cuatro goles quita interés al encuentro. ¿Qué puede hacer el hincha? ¿Conformarse con el 3-0, si llega? ¿Desear más? ¿Dónde encontrar en un encuentro así la felicidad que da un gol como el cuarto de Santillana contra el Borussia, o como los dos que marcó al Inter en la prórroga?
Este doble encuentro con el Colonia supone, por otra parte, la despedida del Madrid, no se sabe por cuánto tiempo, de la Copa de la UEFA. Dentro de poco regresará a la Copa. de Europa, su competición favorita. Pero, curiosamente, el Madrid ha llegado a encariñarse con este torneo, que Bernabéu siempre había mirado un poco por encima del hombro, como un mal consuelo para fracasados.
En los dos últimos años el aficionado madridista ha visto encuentros dé calidad y emoción equivalentes a los mejores de su historia, o incluso superiores. Y la tesorería ha descubierto que la Copa de la UEFA ofrece ingresos mucho mejores que la Copa de Europa o la Recopa. Tiene una eliminatoria más, y además la final se juega a doble partido, lo que supone que, en caso de alcanzarla, se disfrute de otro taquillón sin necesidad de repartir. El gol de Santillana al Borussia dio acceso a la taquilla del Inter; y sus dos goles en la prórroga contra los italianos, a la de hoy. Con ello, el Madrid ha alcanzado, como el año pasado, un techo de recaudación imposible de igualar en las otras dos competiciones: 500 millones.
Por bien que le vaya el año que viene en la Copa de Europa, aunque alcance la final, el Madrid ya tiene algo seguro: que va a ingresar 200 millones menos en la competición europea. Hay cierta nostalgia en este adiós a la UEFA.
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