_
_
_
_

El deporte valenciano, en las horas más bajas de su historia

El caso del Valencia, descendido a la Segunda División de fútbol después de más de medio siglo en la Primera, no es un hecho aislado; es sólo una de las censecuencias de la pérdida del interés por el deporte en esta ciudad. El balonmano, el baloncesto y, en general, la mayoría de los deportes colectivos pasan por dificiles momentos, con varios equipos de antigua tradición en peligro de descenso e incluso de desaparición.El mal momento de los clubes valencianos en las modalidades de deportes por equipos contrasta con los éxitos que se obtienen en especialidades de carácter individual, como es el caso del motociclismo. El Caixa Valencia, de balonmano, con casi tres decenios de historia a sus espaldas, uno de los conjuntos más antiguos de la División de Honor masculina, es el más claro exponente de este declive del deporte valenciano, una de cuyas claves está en la falta de patrocinadores decididos a apostar fuerte por el deporte. El Caixa está a punto de descender.

Esta crisis del deporte valenciano se agrava día a día, ante el general desinterés. Salvo excepciones, el público valenciano ha abandonado a estos equipos, que antes contaban con el apoyo de una nutrida afición. En los pueblos y las ciudades de los alrededores de Valencia todavía existe interés, por lo que muchos equipos de la capital de la Comunidad Valenciana han decidido emigrar en busca del calor del público que pueden encontrar en alguna localidad de menor importancia.

Los responsables de los clubes, que ven cómo cada día acuden menos espectadores a los partidos, aducen diversas razones para explicar esta desintegración de la afición. Hablan de la falta de patrocinadores, así como del cambio de costumbres -"la gente se va los fines de semana a sus casas de campo o apartamentos", dicen-, y explican que se trata de un círculo vicioso, dado que la disminución de espectadores supone un incremento de las dificultades económicas, que, a su vez, se traduce en una disminución de la calidad del espectáculo, lo que repercute negativamente en el interés del público.

El caso más triste para el deporte valenciano es, sin duda, el del Caixa Valencia, de balonmano, el legendario Marcol, que se encuentra a punto de descender a la Primera División. Hace tres años, el equipo estuvo en un tris de desaparecer cuando la empresa Marcol decidió dejar de patrocinar a la entidad. En el último momento se salvó la situación con la entrada de un nuevo patrocinador.

Otro club de balonmano, en este caso femenino, el Iber, también carece de apoyo por parte del público, a pesar de haberlo ganado prácticamente todo durante los últimos años.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_