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La Puerta del Sol tendrá que ser cerrada al tráfico si surgen nuevas incidencias en las obras

"Si surgieran nuevas incidencias en las obras que se realizan en Sol tendríamos que cerrar esta plaza a todo el tráfico ante la imposibilidad de contar con un carril por sentido", manifestó ayer Valentín Medel, concejal de Circulación y Transportes, que consideró que las obras ejecutadas en el recinto se encuentran en su punto crítico. Medel afirmó que a partir de ahora se prevén congestiones en la glorieta de Atocha si 30.000 de los 190.000 vehículos que atraviesan la plaza no toman itinerarios alternativos. Ayer fue cerrado al tráfico el último tramo del paso elevado, que, según los planes municipales, comenzará a desmontarse el próximo domingo.

"Los planes hechos por Circulación al acometerse las obras de Sol fijaban que, como mínimo, siempre se dejarían nueve metros de ancho en cada sentido, lo que permitía contar con dos carriles de ida y otros dos de vuelta", afirmó Medel. "Sin embargo, las necesidades de la obra han superado las previsiones, nos han dejado el espacio limitado a ocho metros en cada sentido, lo que hace imposible la existencia de dos carriles por sentido", añadió el concejal.Esta disminución, agravada por las vallas y por las obras que se realizan para ampliar la acera de la carrera de San Jerónimo, han obligado, como primera medida, a ampliar la prohibición horaria para los vehículos privados. Las nuevas medidas aplicadas desde el pasado 3 de abril impiden a los turismos atravesar Sol entre las ocho de la mañana y las nueve de la noche, incluidos los sábados.

Las obras, según Medel, han alcanzado su punto crítico. "Ello supone que en caso de que surgiera alguna nueva incidencia de las obras tendríamos que cerrar la plaza al tráfico ante la imposibilidad de contar con un carril de ida y otro de vuelta", dijo el concejal, que anunció el mantenimiento de la situación actual hasta el próximo mes de septiembre.

Martín Ulloa, presidente de la Asociación de Comerciantes de Preciados y Carmen (Apreca), opina que las obras no se están haciendo con demasiada lógica. "Nosotros ya le pedimos al Ayuntamiento que fijara un calendario estricto de obras y que lo cumpliese. Sin embargo, el resultado es que no sólo los vehículos sino también los peatones se ven imposibilitados para pasar por la plaza".

Según el portavoz de los comerciantes, algunas aceras son auténticos cuellos de botella, "pues ni siquiera se han fijado pasos para que los transeúntes puedan circular normalmente".

Paso cerrado

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Con respecto a las obras de Atocha, Medel reconoció que a raíz del cierre ayer, a las tres de la tarde, del último tramo del paso elevado que queda en la glorieta, se sufrirán congestiones, en especial en horas punta. Éstas se harán especialmente molestas a lo largo de esta semana y la próxima, hasta que termine el desmontaje del paso elevado.Según los estudios municipales, sería necesario que un total de 30.000 vehículos, de los 190.000 que en la actualidad atraviesan la plaza, eludiera el paso por este punto mediante la utilización de itinerarios alternativos. Entre ellos se encuentra el paso subterráneo que comunica la calle de Méndez Alvaro con la de Menéndez Pelayo bajo las vías que salen de la estación de Atocha. Este túnel fue abierto al tráfico el pasado 24 de marzo, tras 14 meses de trabajo y un desembolso de 576 millones de pesetas.

Sin embargo, este paso, con 180 metros de longitud, está prácticamente inutilizado, según reconoció Medel, a pesar de que el Ayuntamiento ha recomendado su uso y ha instalado una señalización que considera suficiente.

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