Rumasa, Seat y las que vengan este año

La necesidad de endeudamiento del Estado en un ejercicio viene dada por la, suma del déficit de caja no financiero del Estado y la variación neta de los activos financieros. Este concepto representó el pasado año 2,072 billones de pesetas, cantidad inferior en un 3,2%, a la de 1984. Para este resultado alentador han influido diversas causas. En primer lugar, las inversiones financieras netas han disminuido en un 91%. En 1984, el Estado destinó a esta partida 546.700 millones de pesetas, cuya parte del león se llevó el crédito de 440.000 millones para cubrir las pérdidas de Rumasa.

También en 1985 descendió drásticamente la dotación al Instituto de Crédito Oficial: 166.400 millones, frente a los 236.800 millones del ejercicio anterior. Este año, según Solchaga, seguirá descendiendo, y en realidad no serán aportados al crédito oficial más de 60.000 o 70.000 millones de pesetas.

Fin el lado negativo están los 367.700 millones destinados a asumir dedudas del INI. De esta cantidad, 187.000 millones tuvieron como destino el saneamiento y la venta de Seat.

El ministro de Economía y Hacienda declaró ayer estar seguro de que este año no se producirá una nueva Rumasa, "pero no lo estoy tanto", dijo, "de que no se produzca una operación financiera del tipo de Seat". En este caso, las quinielas sobre los costes extra para el Estado apuntan a ENASA, la empresa fabricante de los camiones Pegaso, para la que se sigue buscando comprador aun después de las frustradas negociaciones con General Motors.

Esta operación costaría mucho menos que Seat, aunque también está en cartera La Maquinista Terrestre y Marítima, por la que hay un conocido interés por parte de la multinacional francesa Alsthom. Pero la verdadera operación de este año puede ser los más de 100.000 millones que costará liquidar Rumasa, un asunto que "tarde o temprano tiene que ser saldado definitivamente", según fuentes de Economía.