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El Madrid intenta mejorar en Milán su flojo rendimiento en sus sus salidas europeas

El Inter de Milán y el Real Madrid disputan esta noche (20.30), en el estadio Giuseppe Meazza, antiguo San Siro, su encuentro de ida de las semifinales de la Copa de la UEFA en medio de fuertes medidas de seguridad para controlar a los tifosi. El Inter, un clásico que se juega contra el Madrid toda una temporada, así como recuperar su viejo prestigio, tratará de conseguir una amplia ventaja para romper el miedo escénico creado en el Bernabéu, escenario de brillantes goleadas madridistas. Al Madrid, en el que Gallego será defensa libre, le preocupa su flojo rendimiento en sus salidas europeas.

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El equipo madridista, aparte del temor del Inter al partido de vuelta, ya que perdió en 1985 en el Bernabéu por 0-3 tras haber ganado en el Meazza por 2-0, tendrá hoy a su favor la tranquilidad de haber conseguido ya la Liga española, el título más perseguido por Luis Molowny y sus pupilos, aunque, como afirma el técnico, "todo lo que venga a partir de ahora será bien recibido". Pero en contra del conjunto blanco actúa la preocupación de sus jugadores, que han meditado en sus últimas reuniones por el bajo rendimiento en los partidos europeos a domicilio. Las conclusiones a las que han llegado giran en torno a cierta dejadez psíquica por la confianza en los milagros del Bernabéu y a un posible cambio en el desarrollo de su sistema, que se convierte en más defensivo de lo habitual. Así, el Madrid, que ha recobrado su fama, perdió paradójicamente en esta Copa de la UEFA en Atenas, ante el AEK, por 0-1; empató 0-0 en Odesa con el Chernomorets en un encuentro angustioso porque un solo gol soviético habría supuesto la eliminación madridista; cayó en Düsseldorf, frente al Borussia, por 1-5, lo que supuso que se cuestionara la continuidad de Molowny, y sucumbió por 0-2 en Neuchâtel contra el modesto cuadro suizo en el que se alinea su ex Stielike.Molowny no despejará hasta hoy mismo la duda sobre la alineación de Sanchís, con un esguince de tobillo sufrido la pasada semana, en Murcia, con la selección sub 21, cuya presencia es importante para frenar a Altobelli, uno de los goleadores intenstas, con quien ya pasó apuros la temporada anterior en Milán al jugar sin estar recuperado aún de una lesión. De no intervenir Sanchís, Salguero entraría en su lugar, por delante de Gallego, que volverá a ocupar el puesto de libre por la ausencia de Maceda. El Madrid jugará, pues, con Ochotorena; Chendo, Gallego, Sanchís o Salguero, Camacho; Martín Vázquez, Michel, Gordillo, Valdano -el Milán se interesa por el argentino-; Butragueño y Hugo Sánchez.

Cabe señalar que ocho jugadores madridistas se encuentran a una amonestación de ser sancionados con un partido de suspensión, que equivaldría a no poder actuar en el encuentro de vuelta. Se trata de Maceda, Juanito, Gallego, Camacho, Valdano, Sanchis, Chendo y Hugo Sánchez.

Un 'clásico'

El Inter es uno de los clásicos en horas actuales no excesivamente altas. Ocupa el séptimo puesto en la Liga italiana, que en los últimos 16 años sólo ha podido ganar en las temporadas 1970-1971 y 1979-1980, un largo período de tiempo en el que apenas consiguió otros dos títulos de Copa, en la 1977-1978 y la 1981-1982. Su esplendor lo alcanzó en los años 1964 y 1965, en los que ganó dos veces la Copa de Europa, lo que le sirvió a su entrenador de entonces, el celebérrimo Helenio Herrera, para jactarse de haber acabado con la carrera madridista de Di Stéfano.Desde entonces, el Inter no ha podido recuperar su prestigio. Su actual presidente, Emeste Pellegrini, lo ha intentado e invirtió en los últimos tres años 2.000 millones de pesetas para potenciar el equipo. Así, tras pagar 800 millones por el alemán occidental Rummenigge, a principios de esta temporada destinó otros 1.200 para fichar a los italianos Fanna, Marangon, Tardelli y Selvaggi. Pese a todo, el Inter no acaba de acoplar a sus figuras y sólo le queda la esperanza de eliminar al Madrid y ganar luego la final de la Copa de la UEFA al Colonia o al Waregem y la confianza en que el argentino Passarella, el próximo fichaje extranjero para sustituir al irlandés Brady, apuntale con su fortaleza defensiva al conjunto. Por lo pronto, el Inter sí va a apuntalar sólidamente la economía del capitán de la selección argentina, que ha jugado los últimos años en la Fiorentina, con un contrato próximo a los 150 millones de pesetas por dos temporadas.

Para esta noche es baja el central Collovatti, uno de los campeones mundiales con Italia en 1982, por sanción de la UEFA, mientras el defensa Ferri y el delantero Rummenigge soportan pequeñas lesiones. El alemán decía ayer que no podría jugar; el médico, que debía hacerle una prueba, y el entrenador, Corso, que contaba con él. La alineación del Inter estará compuesta por Zenga; Bergomi, Ferri o Marini, Mandorlini, Marangon; Bares¡, Tardellí, Brady; Fanna, Altobelli y, si se recupera a tiempo, Rummenigge. Arbitrará el sueco Fredriksson.

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