Bastantes incertidumbres al pie del cañón

La pasada minisemana bursátil se ha reducido a tan sólo tres sesiones hábiles, ya que las festividades del jueves y viernes cercenaron el normal discurso de la tanda. Estos ciclos de atípica conformación no suelen ser especialmente propicios para las alegrías en los mercados de valores por su propia idiosincrasia, y este último no ha sido la excepción. Numerosos operadores se limitaron a deshacer parte de sus posiciones para esperar sin mayores preocupaciones la conclusión del paréntesis vacacional, y los relativamente pocos que quedaron al pie del cañón se encontraron con bastantes incertidumbres a las que enfrentarse.Lógicamente, los volúmenes de actividad diarios experimentaron un ligero descenso, mientras los cambios seguían un recorrido de ida y vuelta que colocó el listón general, prácticamente, al mismo nivel que el viernes precedente. Sin embargo, las 47 centésimas a las que se redujo el balance semanal para el índice fueron más que suficientes para que se estableciera un nuevo máximo anual, que queda fijado por el momento en el 156,53% para la Bolsa de Madrid.

Las conversaciones de los países exportadores de crudos petrolíferos causaron cierto revuelo en los corros del lunes, aunque el martes ya se había dado por zanjado el tema, ante la evidencia de las dificultades por las que atraviesa la OPEP para conseguir una estrategia conjunta que conduzca a una elevación de los precios hasta los aledaños de los 28 dólares por barril.

Otros factores de actualidad durante la semana, como los enfrentamientos en el golfo de Sidra, o, en el plano estrictamente económico, el repunte de los tipos de interés -con la excepción de los pagarés del Tesoro, que rebajaron ligeramente sus retribuciones- y la marcha recuperadora del dólar en los mercados internacionales, no tuvieron apenas influencia a la hora de establecer las cotizaciones de cada día.

La semana se inició, bajo el signo del papel, dedicándose las dos jornadas siguientes a enjugar los recortes producidos. En especial brillaron con luz propia los valores bancarios, que superaron con rapidez las andanadas, realizadoras, para continuar sin demora su camino alcista. Sólo un par de estas entidades salieron de la semana con balance negativo, mientras los restantes acumularon revalorizaciones nada desdeñables, sobre todo si se consideran los altos precios que han alcanzado.

Aunque el sector de la inversión, comprometido con los plazos de actuación más cortos, muestra una firme confianza en el potencial alcista de las cotizaciones a pocos días vista, lo cierto es que el pronóstico dista mucho de estar claro, debido a que la necesaria purga de recios aún no se ha producido en toda su deseable profundidad.