Dos soldados que ocupaban una barca de remos mueren ahogados junto a las islas Chafarinas

Los soldados Andoni Zurutuza, de Escoriaza (Guipúzcoa) y Rafael Raposo Brea, de La Coruña, ambos miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Región Militar Sur (Andalucía), perecieron abogados el lunes cuando se trasladaban, a bordo de una barca de remos, desde la isla de Isabel II a la isla del Rey (islas Chafarinas), según informaron ayer fuentes militares. El cadáver de Zurutuza fue encontrado en la mañana de ayer, y el de Raposo, por la tarde.

Ambos soldados viajaban a bordo de la barca junto con otros tres soldados y un sargento. Un golpe repentino de mar, según las fuentes informantes, volcó la embarcación, y sus seis ocupantes se quedaron inicialmente agarrados a ella. Poco después, cuatro de los soldados y el sargento intentaron llegar a nado a la costa, mientras que Rafael Raposo optó por quedar asido a la pequeña embarcación hasta que alguien se aproximara en su ayuda, ya que otro grupo de soldados viajaba en una segunda barca, también de remos.Zurutuza era uno de los soldados que intentaron llegar a nado a la costa, pero, al parecer, le fallaron las fuerzas. Raposo pertenecía a la primera compañía del GOE, con sede en Granada, mientras Zurutuza estaba destinado en la plana mayor del grupo. Los dos grupos de soldados se dirigían a la isla del Rey, deshabitada, para realizar un servicio de vigilancia durante varios días.

Un miembro de la familia de Raposo señaló ayer que un mando militar le había comunicado que los soldados que viajaban en las dos barcas iban sin chalecos salvavidas y que Rafael Raposo no sabía nadar, extremo que, según el familiar, era conocido por sus superiores.

Las islas Chafarinas, junto a los peñones de Vélez y Alhucemas, son enclaves españoles próximos a Melilla. Hasta comienzos del pasado año, la vigilancia de estos pequeños reductos, en los que sólo vive una decena de civiles, correspondía a unidades de Regulares o de la Legión. Desde febrero, sin embargo, realizan la vigilancia, por turno, tres secciones de los distintos GOE de las regiones militares. Las unidades desplazadas a esos lugares están al mando de un capitán. Actualmente, el capitán Ángel Álvarez Jiménez.

Visita quincenal

Las pequeñas unidades destinadas en esos enclaves sólo reciben alimentos cada 15 días a bordo de un helicóptero. Aunque hay tres médicos militares en esos enclaves, a los heridos graves no se les puede atender en el lugar y deben ser trasladados a Melilla a bordo de helicópteros procedentes de esa plaza.Algunos soldados que han estado allí se han quejado de las condiciones en que se encuentran las instalaciones militares de los enclaves, mientras fuentes del Ejército expresaron ayer su preocupación por los accidentes registrados en las últimas semanas.

Hace 15 días, y tras ser advertido de que se le iba a castigar con un prolongado servicio de guardia en la isla de Isabel II, el soldado José Julián Fernández Martín resultó herido en el pecho de un disparo procedente de su propio subfusil y en presencia de varios compañeros. Su estado actual no reviste gravedad. El pasado 12 de febrero, el cabo Juan Merchán Rivero, recibió un tiro al disparársele una pistola a otro compañero en un cambio de guardia.

Las unidades destinadas en esos pequeños enclaves sólo disponen de armas convencionales de corto alcance. Cada vez que se aproxima un barco, sea de guerra o pesquero, suenan las alarmas, y los soldados sitúan en posición de disparo los escasos morteros de que disponen.

El GOE de Andalucía, mandado ahora por el comandante Ricardo Castillo Algar, participará a comienzos de mayo en un amplio ejercicio militar en el que intervendrán unidades norteamericanas, grupos de la Legión y unidades de la Brigada Paracaidista, con sede en Alcalá de Henares (Madrid). El ejercicio ha recibido el nombre de Operación Trabuco.