_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

'Nunca pasa nada', retorno de Bardem a sus orígenes

Juan Antonio, Bardein realizó Nunca pasa nada en el año 1963, en lo que hoy, con suficiente distancia, podemos considerar como el punto final de un mal momento, o de un momento mal valorado, de su brillante carrera precedente.El cineasta español, después de realizar, entre 1951 y 1956, cinco filmes que le dieron una enorme fama internacional y que le convirtieron en uno de los más renombrados cineastas del cine europeo de aquellos años, en el año 1957 se enfrentó a un ambicioso proyecto de cine rural de tipo trágico -un terreno poco explorado- titulado La venganza, y las cosas comenzaron a irle peor.

Este, filme, que fue muy menospreciado en su tiempo, se conserva en la actualidad bastante mejor de lo que se estimó entonces por la crítica y por la respuesta tibia del público.

Pero, tras de La venganza, que tiene partes notables aunque globalmente sea una película irregular y desequilibrada, Bardem realizó Sonatas en 1959, A las cinco de la tarde en 1960 y Los inocentes en 1962. Sobre todo la primera y la última constituyeron dos serios reveses para el cineasta.

De ahí que la nombradía de Bardem, al menos en los medios especializados españoles y europeos, se le agrió un poco. No obstante" esta racha de películas es hoy muy dificil de enjuiciar, y lo cierto es que cada una de ellas está necesitando una revisión urgente y minuciosa. Sobre todo la tercera de esas obras, A las cinco de la tarde, película que está inspirada en una obra teatral de Alfonso Sastre pero que lleva dentro mucho cine.

Tras de esta serie de filmes, Juan Antonio Bardem retornó a sus orígenes, al aliento de sus comienzos, con una obra que en buena parte le rehabilitó de su súbita incursión en el repliegue, no sólo ante los grupos cinéfilos, que ahora veían en él una especie de ídolo caído, sino ante algo más importante, los árbitros de la industria: Nunca pasa nada.

La película fue presentada para representar oficialmente al cine español en la Mostra de Venecia de 1963. En este festival Nunca pasa nada fue acogida con calor por la crítica y el público. De nuevo Bardem, tras unos años de reveses sin respiro, recuperaba el apoyo que en ocasiones inmediatamente anteriores se le había negado, con evidente injusticia.

Recuperar el crédito

No obstante, y pese a sus críticas favorables, el filme no sobrepasó el éxito mediano, aunque éste fue suficiente para que el cineasta recuperara la parte de crédito perdido en la industria y ésta se sintiera lo bastante confiada como para ponerle en el centro de un filme ambicioso y de presupuesto alto: Los pianos mecánicos, que Juan Antonio Bardem realizó dos años después, en 1965.

Los pianos mecánicos, pese a contar con la presencia de un reparto de lujo, en el que brillaba un James Mason todavía en la plenitud de su genio interpretativo, no fue un éxito, y esto decidió el paso de Juan Antonio Bardem del cine de autor al cine de encargo, en el que se mantuvo durante años, hasta que, ya restaurada la democracia en España, pudo volver a hacer trabajos más personales. De esta manera, Nunca pasa nada queda en la historia del cine español como un limpio intento, que a la postre resultó infructuoso, de este cineasta por encauzar su carrera en la misma cuerda argumental con que la había iniciado. Es uno de los mejores filmes de Bardem y tiene una impecable realización e interpretación. Hoy, después de 25 años de olvido, hay que recuperarlo.

Nunca pasa nada se emite hoy a las 23.00 por TVE-1.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_