Memoria colectiva
TurínLos tifiosi de la Juventus pudieron volver,anoche al estadio Comunale de Turín, tras haber cumplido la sanción impuesta por la UEFA a raíz de los graves incidentes del estadio Heysel de Bruselas. Ocuparon las gradas con más de dos horas de antelación, tras haber pasado varios controles de seguridad. Pero nadie les impidió penetrar en el recinto con sus bengalas, banderas y la parafernalia más diversa. Y fueron los tifosi y los casi 3.000 seguidores barcelonistas, recluidos en un córner, quienes pusieron el complemento ideal a un excitante partido.
Al Barça le salvó que el estadio Comunale tuviera una pista de atletismo. Ese cordón de seguridad entre aficionados y futbolistas evitó que los hinchas de la Juve llevaran casi en volandas a Platini y compañía. Acabaron afónicos, porque no cesaron de gritar durante los 90 minutos.
El Comunale fue un pequefío Maracaná en el que no hubo ningún incidente de consideración, quizá porque en la mente de todos todavía estaban frescos los recuerdos trágicos del extraño compórtamiento del ser humano. Anoche, en Turín, hubo memoria colectiva.
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