El Estrella Roja, frenado por Fillol y la defensa madrileña

ENVIADO ESPECIALEl Atlético de Madrid sentenció prácticamente la eliminatoria a su favor ante el Estrella Roja de Belgrado con un segundo tiempo en el que no se limitó a defender el gol marcado en el primero. Tras el descanso, mejoro su juego, dominó técnicamente al equipo yugoslavo y acabó siendo el dueño de la situación, rubricándolo con un segundo gol, marcado también por el uruguayo Da Silva, que, además, lanzó un remate al larguero. Al buen juego madrileño contribuyó la seguridad de su defensa y, especialmente, de Fillol.

Al Estrella Roja se le acabaron las fuerzas en la fase previa al partido, la del calentamiento. Sus jugadores saltaron al césped, se acercaron como en un rito a saludar a los del fondo sur, se dieron unas carreras en el medio campo que ocupaba en esos momentos el Atlético y los dos porteros del Estrella Roja, el titular y el suplente, se colocaron bajo el marco en el que Fillol se entrenaba. El argentino tuvo que apartarse. Luis Aragonés, el técnico madrileño, se indignó cuando Fillol, al intentar ponerse de nuevo en la portería, fue echado de ella a empujones.

El lamentable y antideportivo gesto de los yugoslavos había calentado los ánimos antes de tiempo. Pero luego todo se desarrolló con normalidad. Los jugadores de ambos equipos se limitaron, en cuanto comenzó el partido, a aplicarse a las funciones encomendadas por los técnicos.

El equipo yugoslavo se lanzó a un fuerte acoso inicial contra el marco de Fillol, que se tradujo en un par de buenas ocasiones malogradas. El Atlético tenía los fundamentos teóricos para desplegarse al contragolpe, pero, aunque se situó bien y se mantuvo con sobriedad en la defensa, no se mostró casi nunca preciso en sus triangulaciones. Sin embargo, la primera contra seria del equipo de Luis, tras una buena combinación entre Marina, y Julio Prieto, concluida certeramente por un oportuno Da Silva, hizo que el Atlético se adelantara en el marcador e intentara desde ese momento mejorar la calidad en las jugadas combinadas entre sus jugadores.

El juego del Atlético ganó en seguridad, pero menos de lo deseable, y se sostuvo entonces gracias a la eficacia de su línea defensiva con Tomás, Ruiz y Arteche muy seguros, y, en última instancia, por la calidad de Fillol.

El Atlético, así, había cumplido antes del descanso dos objetivos. Fillol volvió a erigirse después en el salvador con una espléndida parada a remate de B. Djurovski. Luego, Da Silva firmó la sentencia.