Unión Naval negocia con Polonia construir un 'ferry' por 4.000 millones

El astillero valenciano Unión Naval de Levante (UNL), que preside el ex vicepresidente económico del Gobierno de UCD Fernando Abril Martorell, se encuentra precalificado en primer lugar, por precio, en el concurso abierto por la sociedad polaca Polisch Ocean Line para la construcción de un ferry por un importe próximo a los 4.000 millones de pesetas. El astillero privado español -pertenece al grupo de empresas del Banco Central- ha negociaciado ya con el Banco Exterior y con la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE) la obtención de la línea correspondiente para llevar adelante la operación.

La decisión final será adoptada por la empresa polaca posiblemente antes de finales del mes de marzo, para lo que ha convocado a las empresas ofertantes -con UNL se disputan el contrato un astillero sueco y otro de la República Federal de Alemania- a mantener reuniones en Polonia a mediados del próximo mes de marzo. El ferry en cuestión, que tendrá una envergadura de 4.500 toneladas de peso muerto, tiene como finalidad transportar unidades de ferrocarril y camiones en el tráfico entre Polonia y Suecia.

La obtención de este contrato resulta de suma importancia para el astillero valenciano, ya que la construcción de este ferry, con independencia de la ampliación de la experiencia a nivel internacional, supondría para Unión Naval de Levante unas 800.000 horas de carga de trabajo. UNL mantuvo a lo largo de 1985 una carga de trabajo equivalente al 70% de su capacidad.

Sociedad de cruceros

Por otra parte, Unión Naval de Levante, la compañía estatal Trasmediterránea y la naviera privada, con sede en Ceuta y especializada en petroleros, Fletamientos Marítimos (Marflet), están en trámite de constituir una sociedad en la que cada socio participaría con una tercera parte del capital social, cuyo objetivo social sería la explotación de buques de crucero para rutas mediterráneas. La operación podría cuajar, según los planes iniciales, con la explotación de un primer barco a principios del verano.Inicialmente, la operación tiene un carácter casi experimental y todavía quedan por definir cuestiones como la financión del proyecto, la ubicación de la sede social o la determinación del capital social. El primer paso a dar será la modificación del buque de la Trasmediterránea Las Palmas de Gran Canaria, lo que supondrá una inversión del orden de los 1.000 millones de pesetas. La construcción de un buque de nueva factura puede suponer una nueva inversión del orden de los 6.000 millones de pesetas.