OTAN y patria

Siempre que veo una cosa que no me gusta me propongo escribir una carta al director. Nunca lo hago: me da pereza, tengo poco tiempo y, a la postre, alguien termina escribiendo algo parecido a lo que yo pensaba.. Pero esta vez no paso; es demasiado.Se trata del escrito firmado por intelectuales (así les llaman) y creadores españoles pidiendo el sí en el referéndum del 12 de marzo, con argumentos en verdad sorprendentes:

1. El voto negativo "ha sido usurpado por los sectores reaccionarios", y nadie de izquierdas o pacifista o simplemente contrario a la permanencia de España en la OTAN (ahora Alianza Atlántica) puede utilizarlo sin incurrir en gravísima contradicción, ya que la constatada "desfiguración del referéndum modifica el sentido unívoco del no". Me imagino que esa modificación también podría producirse cuando hablamos, por ejemplo, de democracia, libertades, derechos, igualmente usurpados hoy por la reacción, que los reclama incluso en la calle. ¿Tendríamos ahora las izquierdas, los demócratas, que renunciar a ellos, supuesto que están siendo vilmente utilizados por los sectores reaccionarios?

2. Este referéndum "ha creado un estado de confusión e incertidumbre" (¿el referéndum?) por circunstancias que "escapan al control de todos" (¿adorable ingenuidad?) y "puede acarrear consecuencias indeseables para el normal funcionamiento de nuestra vida democrática". La única consecuencia indeseable para nuestra democracia que yo veo, por el momento (y a la espera de que me aclaren las otras posibles), es la náusea que cualquier ciudadano responsable debo experimentar ante el intento descarado de despertar viejos miedos, viejos temores; dicho en otras palábras, de modificar sus criterios mediante la coacción.

3. Cualquier cosa que no sea el sí se considerará un voto de castigo al partido en el Gobierno, "impropio de quien tiene un recto sentido de las responsabilidades ciudadanas". Porque el PSOE ha sido malo, pero sus "culpables errores", "en este y otros asuntos", son pecata minuta, pues para nuestros preclaros intelectuales y creadores nada es tan censurable como los intentos de adecuar la respuesta a las torticeras maniobras de algunos grupos, resueltos a utilizarla para fines espurios, a costa de los intereses de la ciudadanía" (¡toma ya contubernio!).

Pero lo curioso, en definitiva, es que de una parte reclaman un referéndum no deformado o espuriamente utilizado (por los otros), enfocado exclusivamente al tema de la OTAN y no a otra cosa. Y de otra piden el sí, no para la OTAN, sino para otra cosa.

Ante tanto despropósito, lo único que tengo claro es que no quiero que España pertenezca a la OTAN, Alianza Atlántica, NATO o como quieran llamarla.-