El Castilla pudo golear al Zaragoza en el Bernabéu

Un penalti salvó al Zaragoza de una derrota más amplia ante el Castilla, en el partido de ida que faltaba de los cuartos de final de la Copa. El equipo aragonés encaró el choque con seriedad, sin el complejo de superioridad que perdió al Sevilla en el Bernabéu, pero ahí quedaron sus méritos. Acabó el partido con 10 jugadores, por expulsión de Juan Carlos, y por precipitación de su entrenador, Luis Costa, con otros dos cojos y sin posibilidad de cambio: Herrera, un titular reservado en el banquillo que salió en la segunda parte con muslera y que disimulé su cojera un par de minutos, y Casajús, una parodia de Rambo que se lesionó -el cazador, cazado- en una de sus incursiones guerreras.

El Zaragoza no quiso sorpresas y dedicó vigilancia especial del medio Juan Carlos sobre De las Heras, al que olvidó el Sevilla, y exhibió dureza, a la que respondió con exceso el Castilla. Pero el Zaragoza cometió errores y Luis Costa también. Cambió al cuarto de hora el marcaje previsto y se equivocó al recurrir a Herrera. La inexperiencia del Castilla le evitó males mayores.