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El gran juego de Francisco condujo a España al triunfo

España ganó contundentemente a Bélgica e hizo su mejor partido de esta serie de preparación para la fase final del Campeonato del Mundo de México 86. Miguel Muñoz parece haber encontrado ya el equipo. Francisco ha resultado ser el jugador que buscaba para engranar el juego de la línea media. El sevillista, de excelentes condiciones técnicas, ha alcanzado, por fin, la seguridad en sí mismo que hasta ahora le venía faltando en la selección. Sobre su espléndido juego se edificó la victoria española.España tuvo una fuerte salida, que sorprendió a Bélgica y le permitió adelantarse en el marcador con un gol que, si fue bastante casual, también fue merecido por ese desconcertante esfuerzo de los primeros minutos. La salida en tromba de España hizo recular a los belgas y dio como resultado, primero, un gran disparo de Michel, desviado a córner por Munaron, y, después, el tanto de Butragueño.

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El partido empezaba, pues, con ventaja de España y eso es importante, aunque se trate de un amistoso, porque conecta al público con su equipo e impide que los jugadores sufran el nerviosismo propio del que juega en casa y nota la impaciencia de la afición al retrasarse el tanto. Con la ventaja en el marcador, España jugó un primer tiempo bastante bueno, que permite deducir que Muñoz va encontrando lo que busca desde la renovación del equipo nacional, del que han, salido, por consecuencia de lesiones o por deseo del seleccionador, algunos de los jugadores que consiguieron la clasificación para el Mundial.

La línea media, donde Muñoz más experimentos ha hecho, hizo un primer tiempo muy convincente. Francisco, que no sufrió ningún marcaje presionante por parte de los belgas, fue un buen organizador del juego y actuó más suelto y seguro de sí mismo de lo que lo había hecho hasta ahora en la selección. Junto a él, Víctor trabajaba bastante y Michel y Julio Alberto, en las bandas, cumplían. Con eso bastaba para que España controlara el encuentro, aunque sin entusiasmar, y para que alcanzara antes del descanso la ventaja de dos goles.

Aparte del buen trabajo de Francisco y del correcto nivel de los demás, España exhibió alguna fantasía en las acciones de Butragueño y el trabajo efectivo de Julio Salinas, que no sólo sabe jugar de espaldas a la portería, sino que incluso sacó partido al borde del descanso de un balón que encontró en la línea media y que convirtió en gol, después de una avanzadilla personal, en espléndida acción de contraataque.

Bélgica nunca tuvo el control de la línea media. Scifo mostró un fútbol poco convincente, un poco aniñado, de alta escuela por su buen manejo del balón, pero corto de visión de juego e intenciones y, desde luego, sin capacidad para resolver los problemas que le creaban el marcaje de Víctor, cuando se situaba en el centro, o el de Julio Alberto, cuando se iba hacia la banda derecha. Con eso, el fútbol de construcción de los belgas quedaba reducido a la espléndida pierna izquierda de Vercauteren, que, por otra parte, arrancaba de muy atrás e invertía muchas de sus energías en controlar a Michel.

Fue justo, por todo ello, que España llegara al descanso con ventaja, aunque dos goles quizá fueran demasiados. El equipo español, a pesar de un buen funcionamiento medio, mostró algunas deficiencias, entre ellas, la más grave, la de la falta de capacidad de sus laterales para apoyar en las acciones de ataque. Tomás tiene fuerza, pero carece de calidad para jugar el balón cuando sube, y Camacho está demasiado apagado ya por el paso del tiempo como para desdoblarse en funciones ofensivas.

Con la mejora del cuadro belga, el segundo período conoció un espectáculo más movido, pero la superioridad española se mantuvo. Muñoz pareció consagrar al equipo inicial como titular para el Campeonato del Mundo, salvo algún retoque de última hora, porque lo mantuvo inalterable hasta el minuto 76, en que dio entrada a Gallego y Carrasco. Para entonces, el conjunto estaba ya tan engrasado y tan convencido de su juego que la presencia de dos nuevos jugadores no alteró su funcionamiento.

Con un gol más en esta segunda parte, España redondeó su victoria ante el equipo, en principio, más serio contra el que ha jugado en esta serie de partidos amistosos. Pero, más allá de su victoria, sobresale una noticia positiva para el aficionado español: Muñoz está seguro de haber encontrado lo que buscaba.

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