Bernardo Pantoja,

33 años, hermano de la tonadillera morena y sentida, llevó el viernes al altar a Mercedes Bernal, una funcionaria de la Diputación de Sevilla, ciudad donde se celebró la boda. Isabel fue recibida en la iglesia de su ciudad a los gritos de "¡Guapa, guapa, guapa!". Doña Ana, madre de la artista, ejerció de madrina envuelta en visón, mientras el niño Paquirrin, vestido de paje, permanecía durante toda la ceremonia en brazos de su tío Agustín. La novia llegó hasta el altar sin pena ni gloria, y salió de igual manera. La gente se agolpó de tal manera para ver a Niña Isabel, la auténtica protagonista, que se hundió un banco y cayeron al suelo gladiolos, claveles y algunos candelabros. Uno de los frailes capuchinos calificó el acto de "escandaloso".