Suspendido el Barcelona-Real Madrid por lanzamiento de objetos a falta de 14 segundos para el final

El cuarto enfrentamiento de la temporada entre el Real Madrid y el Barcelona acabó, 14 segundos antes de lo previsto, con los dos árbitros corriendo hacia el vestuario, mientras esquivaban las monedas que caían desde las gradas lanzadas por un público encrespado. El Real Madrid vencía por 90 a 85 y estaba ya muy cerca de una victoria que confirmaba la anormalidad del factor campo en el baloncesto español. Los árbitros ya no se atrevieron a asomarse de nuevo a la pista y suspendieron el encuentro.A medida que se acerca el fina de la Liga, las buenas maneras de los primeros partidos se pierden los jugadores rozan las agresiones personales y el público se deja llevar por las personas más agresivas. Todo eso sucedió ayer en el Palau Blaugrana, al interpretar los espectadores que los árbitros habían favorecido al Real Madrid.

Antes del encuentro, los aficionados azulgrana coreaban repetidamente el nombre del Cibona. Era un recurso psicológico para meter el miedo en el cuerpo al Real Madrid. Pero el Cibona no es el que asusta al Madrid, sino Drazen Petrovic en solitario. El Petrovic del Barcelona es Epi, pero anoche tuvo uno de esos días malos. Del Corral le marcó perfectamente y Epi se quedó en unos ridículos seis puntos.

La baja forma de Epi fue una de las causas de la derrota del Barcelona. Hubo otras. La defensa del Real Madrid fue muy eficaz y Lolo Sáinz, desgañitándose desde la banda, logró controlar los impulsos de Biriukov, Martín y Del Corral, siempre dispuestos a dejarse llevar por el descontrol en los ataques. En el Barcelona, Solozábal no podía mover el balón con comodidad, bien marcados Sibilio y Epi, y Aito impidió con cambios continuos que el equipo se asentase en la pista.

Lolo Sáinz apostó al principio por Romay y el partido se convirtió en una batalla entre dos gigantes que parecían, cuando se movían en la zona, las Torres Gemelas de Nueva York. Wiljter, eficaz en la función reboteadora, fue lo suficientemente listo para cargar con tres personales a Romay a los cinco minutos. Lolo Sáinz utilizó entonces a Fernando Martín y el Real Madrid comenzó a escaparse en el marcador (28-36, con la primera canasta de Epi, y 30-46 poco después).

El Barcelona tuvo en los primeros minutos de la segunda parte la oportunidad de ganar el partido, pero la perdió. Entre Biriukov y Martín, el Real Madrid cedió la pelota en cuatro ataques y el Barcelona se acercó a 54-59.

Pese a que Sibilio acercó a su equipo a sólo un punto con el único triple del Barcelona (81-82), el Madrid no perdió su aplomo. Aito, como la semana anterior en Badalona, volvió a caer en el error de protestar demasiado en un momento inoportuno -protestaba porque el Madrid tardó siete segundos en sacar de banda- y los árbitros le señalaron una falta técnica con 83-86. Con 83-90, el encuentro se convirtió en una lucha continua de los azulgrana por arrancar el balón de las manos a unos madridistas que ya renunciaban a tirar. El reloj se paró en los 14 segundos, los árbitros se quedaron solos en el centro de la pista, se asustaron y se fueron.