El juez procesa a seis presuntos 'gal'

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar, ha procesado a seis presuntos miembros de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). Los procesados son Ismael Miquel Gutiérrez, José Luis Fariñas García, Javier García Llor, Jorge Porta Laborda, Carlos Pedamonte Blay y Carlos Laborda Corta. Todos ellos están acusados de varios delitos, entre los que figura -salvo en el caso de Carlos Laborda- el asesinato del ciudadano francés de 39 años Robert Caplanne, cometido en Biarritz (Francia) el 24 de diciembre de 1985.

Miquel, presunto cerebro del grupo, y calificado en una sentencia como "colaborador de la policía", se encuentra en paradero desconocido y el juez ha decretado su búsqueda y captura. Los restantes fueron detenidos en Barcelona los días 14 y 15 de enero y se encuentran internados en la prisión de Alcalá-Meco, a excepción de Fariñas, que se encuentra en el hospital penitenciario aquejado de un fuerte proceso gripal.La decisión del juez Dívar está motivada en que los procesados han reconocido ante el juez su participación en el asesinato de Caplanne y en los actos preparatorios del atentado.

El auto de procesamiento señala que Ismael Miquel, José Luis Fariñas, Javier Rovira, Jorge Porta y Carlos Pedamonte, están integrados desde hace tiempo en los GAL, y habían planeado realizar diversos atentados contra residentes en el sur de Francia. Miquel daba las órdenes por conducto de Fariñas, al que entregó diversas fotografías de posibles víctimas. Jorge Porta realizaba una ficha de cada persona en la que constaba la información necesaria para identificarlas. Las fichas eran entregadas a Rovira, que era el encargado de cometer los atentados.

Siempre según el auto de procesamiento, en octubre de 1985 Fariñas y Pedamonte viajaron a Francia, y realizaron diversas fotografías y vigilancias de personas en Bayona y Biarritz. Poco tiempo más tarde Rovira y Pedamonte se trasladaron nuevamente a Francia, a una zona que conocían, donde a través de un plano localizaron unas armas, que escondió Rovira.

Jorge Porta, dentro de esta labor de preparación de atentados, pidió a Carlos Laborda un carné de conducir, que éste sustrajo en el cuartel en el que presta el servicio militar en Barcelona. También intentó obtener un sello de la Jefatura de Tráfico de Barcelona, aunque no lo consiguió. Porta falsificó un carné de identidad al que puso el mismo nombre del carné de conducir sustraído y colocó la fotografía de Rovira. Los carnés y la documentación de la persona a la que tenían que asesinar fueron entregados por Porta a Rovira.

Asesinato

A finales de diciembre de 1985, Rovira se trasladó a Andorra y con la documentación falsificada alquiló un coche marca Suzuki de color rojo en la delegación de Hertz. A continuación, se trasladó a Bayona tras recoger un revólver y un subfusil. El día 24 de diciembre esperó a que Robert Caplanne saliera de un bar de Bayona y disparó contra él, causándole la muerte como consecuencia de las heridas recibidas. El auto de procesamiento señala que Rovira confundió, "posiblemente, a la persona que, según los documentos que tenía, debía matar". Rovira ha designado como abogado a Ángel López-Montero, abogado de Tejero en el juicio por el 23-F, y Laborda, a Beatriz Alonso León. Los otros procesados no han elegido todavía defensor. El magistrado ha considerado los hechos como delitos de militancia en grupo armado, asesinato, tenencia de armas de fuego, falsificación y uso de DNI, en lo que se refiere a todos los procesados excepto Laborda, que está acusado de colaboración con grupo armado y hurto. El juez ha decretado la prisión incondicional para todos ellos y fianza de seis millones para asegurar las responsabilidades pecuniarias que pudieran derivarse. La fianza para Laborda ha sido fijada en un millón de pesetas. Para el caso de que no tengan el dinero de las fianzas, el juez ha decretado el embargo de los bienes que posean.