El Barcelona deja sin sanción el viaje de Schuster a Ibiza y su ausencia del entretenimiento del lunes

El Barcelona no sancionará al jugador Bernd Schuster por su viaje a Ibiza y su ausencia al entrenamiento del lunes. El jugador tampoco se entrenó ayer con sus compañeros, ni fue convocado por el entrenador, Terry Venables, para el partido de Copa con el Lleida. Schuster sufre "molestias en su rodilla derecha", según Caries Bestit, jefe de los servicios médicos del Barcelona. El jugador dio explicaciones a Venables sobre su ausencia en el entrenamiento del lunes y el técnico azulgrana aseguró sentirse satisfecho de las mismas. "Cosas así han pasado siempre en esta casa", comentó el entrenador.

Schuster se presentó ayer en el Camp Nou, a las diez de la mañana, acompañado de su esposa e hijos, tras haber pasado el fin de semana en su casa de Ibiza. El jugador se dirigió a los servicios médicos del club, y, según el doctor Bestit, se quejó "de unos dolores en la rodilla derecha, especialmente cuando golpea el balón con la parte interior del pie; él está preocupado, pero sus molestias no revisten importancia y le desaparecerán en los entrenamientos".El jugador alemán se entrevistó posteriormente con el técnico Venables y regresó a su domicilio, en Fontpineda, sin mantener ninguna conversación con los periodistas, ni siquiera con diversos enviados especiales de la Prensa italiana, que esperan infructuosamente, desde hace varios días, entrevistarse con el jugador.

"Estoy plenamente satisfecho de las explicaciones que me ha dado y mañana [por hoy, miércoles] iniciará los entrenamientos" manifestó Venables a los periodistas. El entrenador barcelonista consideró un poco "complicado de explicar" las razones por las que Schuster se ausentó del entrenamiento. "Inicialmente, el pasado sábado por la mañana se puso en la pizarra del vestuario que se convocaba a todos los jugadores para el martes a las diez de la mañana. Posteriormente, tras el encuentro de Sevilla, decidí que se entrenaran los que no habían jugado. Una secretaria del club llamó a casa de los jugadores para avisarles y confundió a la empleada de hogar con Gaby, la esposa de Schuster, cuando tanto ella como él se encontraban fuera de Barcelona. La realidad es que todo fue un malentendido".

Venables restó importancia al hecho de que Schuster se ausentara de Barcelona sin solicitar permiso al club, según es preceptivo en las normas internas del mismo, porque "concurrían unas circunstancias especiales", dijo. Según el entrenador barcelonista, "no tenía luz en su casa de Fontpineda y es lógico que no quisiera permanecer en ella el fin de semana. Por otra parte, es ¡mposible controlar a todos los jugadores. Marcos, por ejemplo, podía haberse ido a Madrid y llegar a tiempo al entrenamiento".

Coincidencias

El entrenador azulgrana zanjó el tema asegurando que "se han dado algunas coincidencias", y añadió, con ironía: "El tiempo dirá cómo está el tema. Yo estoy muy satisfecho de cómo ruedan las cosas. Además, ¿no se han producido siempre hechos así en esta casa?".

Schuster jugó su último partido en el estadio de El Sadar de Pamplona y al regresar a Barcelona aseguró que tenía unas molestias en la rodilla derecha. Los servicios médicos del club le diagnosticaron una pequeña distensión de ligamentos que, junto con una amigdalitis, le impidió alinearse frente al Athlétic de Bilbao.

El pasado viernes el jugador no acudió al entrenamiento, aunque justificó su ausencia explicando que había estado esperando infructuosamente al policía que habitualmente le escolta, que sufrió un accidente laboral. Venables también prescindió de Schuster para el encuentro jugado el domingo en Sevilla.

Al margen de estos hechos, las relaciones del jugador con la junta directiva del Barcelona no han sufrido ninguna variación. Josep Lluís Núñez, presidente del club, mantiene su postura inicial de delegar en Venables la solución del caso planteado por Schuster hace algunas semanas cuando anunció que deseaba marcharse del club al final de esta temporada, pese a tener contrato en vigor hasta el verano de 1988. Núñez ya comunicó en su día al jugador que cualquier decisión quedaba aplazada hasta el final de la presente temporada.