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Más de 3.000 reclusos secundan en toda España la huelga en favor de la reinserción

Más de 3.000 presos comunes secundaban ayer la huelga de brazos caídos -en las prisiones de Valladolid y Sevilla los internos mantienen también huelga de hambre- iniciada hace unos 10 días por un grupo dereclusos de la cárcel Modelo de Barcelona en demanda de medidas dereinserción social como las que se han arbitrado con los terroristas

Al mediodía de ayer, y según fuentes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, se habían sumado a esa iniciativa pacífica 140 internas del complejo penitenciario femenino de Yeserías (Madrid), 350 internos de la cárcel de Badajoz, 162 de Pontevedra, 140 de Alcalá-Meco (Madrid) y 800 presos de la cárcel de Valencia, quienes difundieron ayer sus pretensiones en un telegrama enviado a los medios de comunicación en el que se autodefinen como "presos comunes arrepentidos" y piden "el mismo trato que el Gobierno da a los arrepentidos políticos y le exhortan a que explique ante las cámaras de TVE y demás medios de comunicación cuál es el criterio seguido para conceder medidas de reinserción a unos y a otros no, cuando la Constitución dice que todos los españoles somos iguales". Continúan también en esta actitud de protesta los presos de la cárcel de Málaga, de El Puerto de Santa María (550 en Puerto 2 y 35 en huelga de hambre en Puerto l), además de un pequeño grupo en la cárcel Modelo de Barcelona. A este respecto, fuentes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias han reiterado lo que ya se hizo público en notas anteriores: que la concesión de indultos generales es inconstitucional y que hasta el momento, y especial mente desde que se produjo la re forma de algunos artículos del Código Penal en julio de 1983, los penados comunes se benefician de permisos de fin de semana, libertad condicional e incluso de indultos individuales que afectaron a un total de 706 reclusos desde diciembre de 1982.

Medidas pacíficas

Las mismas fuentes restaron importancia a las medidas de protesta pacíficas emprendidas por un número creciente de presos, ya que, según Justicia, la huelga de brazos caídos, que sólo afecta a los servicios de limpieza y de cocina, la lleva a cabo con alguna efectividad un escaso número de reclusos, dado que la inmensa mayoría no trabaja y por tanto su actitud en este sentido no trasciende. En cuanto a la huelga de hambre seguida por los presos del módulo de jóvenes de Valladolid y por los reclusos de Sevilla, las mismas fuentes especifican que, si bien los internos se niegan a tomar las comidas del centro, reciben paquetes de sus familias con alimentos.Voluntarios de la Cruz Roja se han hecho cargo de las tareas de limpieza y de los trabajos de cocina en los centros cuyos reclusos secundan la huelga de brazos caídos. En el caso de la prisión de Málaga, donde la totalidad de los presos -663- secundan esta medida de presión, son 12 monjas y otros tantos miembros de Protección Civil, divididos en turnos de mañana y tarde los que se ocupan de estas tareas.

En todos los casos los huelguistas han asegurado que se mantendrán en una actitud pacífica, que sólo ha sido perturbada por el pequeño motín que protagonizaron

un grupo de 54 presos de Sevilla el pasado miércoles.

La población reclusa española es de 23.500 personas. De esta cifra 11.983 corresponde a presos penados y la cifra restante -casi el 50%-, pertenece a los preventivos.

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