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GENTE

Nigel Peters,

abogado británico, ha alegado ante el Tribunal Europeo de Justicia que las muñecas inflables no son obscenas, sino "una novedad, un chiste de tipo sexual". Su requisitoria venía a oponerse a la incautación de 490 muñecas de este tipo por la aduana inglesa, lo que, en su opinión, viola las normas del Mercado Común. Por el contrario, Patrick Bucknall, abogado que representaba al Gobierno británico, no apreció el chiste y afirmó que- la ley aplicada, que data de 1876, intentaba proteger la moral, no el comercio. "Es casi seguro", añadió, "que las muñecas iban a ser usadas como ayuda sexual". La sentencia se conocerá dentro de dos o tres meses.

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