Los ministros de Trabajo europeos recomiendan que las nuevas tecnologías sean pactadas con los obreros
RODOLFO SERRANO, Los ministros de Trabajo de los 21 países del Consejo de Europa recomiendan que la introducción de nuevas tecnologías sea pactada con los trabajadores. Los ministros proponen incluso un modelo general de las condiciones en que ésta ha de llevarse a cabo: participación de los trabajadores, garantía de formación para el nuevo puesto de trabajo y, en caso de despido, el establecimiento de fórmulas de recolocación. En los puntos más conflictivos tratados en la reunión -reducción de jornada o flexibilidad del mercado de trabajo- persisten las posturas enfrentadas de los distintos Gobiernos.
El comunicado de la III Conferencia de Ministros de Trabajo del Consejo de Europa que ayer clausuró sus sesiones en Madrid, hace constar que desde 1983, fecha de la anterior conferencia, se ha producido una mejora en el "clima económico", pero también sé "comprueba", dice el comunicado, "que el paro afecta actualmente a cerca de 21 millones personas en Europa occidental". Sin embargo, en el texto se ha evitado un pronunciamiento sobre la evolución futura del paro, a pesar de que se exprese la cofianza de que la mejora de la economía contribuirá a la creación de empleo.Aún dentro de la ambigüedad de la declaración, se indica como posibilidad que las políticas a aplicar por los distintos países "podrían poner el acento en la creación de empleo y en la puesta en marcha de estructuras económicas capaces de mantener o restablecer los grandes equilibrios sin relanzar la inflación". Y más adelante se añade que los ministros prevén una 'dosificación de las políticas' que podría ser una combinación entre la mejora de las condiciones globales de la economía y una política del mercado de trabajo destinada a objetivos y grupos específicos".
Las divergencias comienzan a la hora de establecer las políticas concretas. Según el comunicado, no todos los ministros se han pronunciado por flexibilizar el mercado de trabajo como fórmula de creación de empleo -y se explica que esa flexibilidad no es sólo en contratación, sino también en jornada-, ni todos se han mostrado conformes en que se amplíen las condiciones exietentes. Todos, sin embargo, coinciden en que la reducción de jornada es una decisión que deben tomar los interlocutores sociales.
Respecto al paro juvenil, los ministros se muestran unánimes en advertir de los graves efectos que su persistencia puede tener en la actitud de los jóvenes hacia el sistema democrático. "Los Gobiernos", dice el comunicado, no pueden contentarse con contar con los efectos de una recuperación económica, sin duda indispensable, pero insuficiente para resolver el paro juvenil", y, en consecuencia, deben poner en marcha medidas específicas para este colectivo. Entre ellas, la movilidad geográfica.
Un cierto escepticismo
No obstante, algunos ministros se han mostrado claramente escépticos sobre las repercusiones que pueden tener en el empleo medidas como la subvención a los contratos de los jóvenes.
Por lo que se refiere a la introducción de las nuevas tecnologías, el comunicado final se pronuncia -como acuerdo de la mayoría de los ministros- por la necesidad de que ésta sea pactada con los trabajadores, y se propone un modelo general con las condiciones en que ha de llevarse a cabo. Los ministros estiman que la reconversión tecnológica en la empresa debe ser comunicada a los representantes de los trabajadores, que han de establecerse garantías de formación para los afectados, que han de implantarse mecanismos de participación de los trabajadores en todo el proceso, y que, en caso de despido, las empresas deben comprometerse en buscar formulas de recolocación.
Este punto será trasladado al Consejo de Europa para que lo incluya en sus programas de actividades intergubernamentales. Marcelino Oreja, secretario general del Consejo de Europa, afirmó en conferenciaa de prensa que haría llegar al comité de ministros del Consejo, las conclusiones de esta conferencia.
Joaquín Almunia, ministro español de Trabajo señaló ayer que en relación con la conferencia de París, en ésta se había constatado una reducción de las tasas de desempleo y una mejora global de la economía. Almunia, en cuanto a las quejas de CC OO por no haber sido invitada a esta reunión, señaló que el Consejo de Europa tenía como único interlocutor a la CES, organización de la que Comisiones no forma parte.
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