Un tercio del PSD portugués prefiere como presidente de la República a Soares antes que a Freitas do Amaral
La reunión del Consejo Nacional del Partido Socialdemócrata (PSD), portugués y los dos primeros días de la campaña electoral para los comicios presidenciales del 26 de enero confirman que más del 30% de la derecha moderada portuguesa prefiere a Mario Soares al democristiano Diego Freitas do Amaral como futuro presidente de la República.
Entre un 30%. y un 40% del centenar de miembros del órgano máximo del PSD en el intervalo de los congresos no votó a favor de la moción aprobada en la madrugada del domingo de respaldo a Freitas do Amaral, candidato oficial del partido.En sus primeras intervenciones en la campaña electoral, que arrancó oficialmente el sábado, Freitas do Amaral ha hecho machaconas invocaciones a la memoria de Francisco Sa Carneiro, el fallecido fundador del PSID, para tratar de resucitar el entusiasmo por la alianza entre socialdemócratas y democristianos. La victoria de Alianza Democrática, por mayoría absoluta, en los comicios legislativos de 1980 no fue sin embargo capaz de asegurar, tres meses más tarde, la elección del candidato presidencial de la coalición, el general Antonio Soares Carneiro.
Otro estribillo de la campaña del ex líder democristiano es el combate contra la abstención, pero sus partidarios no han logrado aún convencer al primer ministro, Anibal Cavacio Silva, de la conveniencia de que intervenga directamente en la campaña, para conseguir la victoria en la primera vuelta e impedir la reunificación de la izquierda, socialmente mayoritaria en Portugal, en la segunda vuelta.
Cavaco Silva, que se limita a reafirmar que, personalmente y como líder del PSD, prefiere la victoria del candidato oficial del PSD, su "aliado natural" Freitas do Amaral, parece sobre todo preocupado por mantener la unidad, al menos aparente,. del partido. Se trata más bien de una estrategia a medio plazo destinada a transformar el PSD en partido mayoritario en las próximas elecciones legislativas.
El primer ministro, que afirmó que no renunciará a la presidencia del Gobierno sea quién sea el próximo presidente de la República, quiere ganar tiempo para reforzar su imagen de nuevo líder nacional y eliminar a sus opositores en el interior del partido. El rigor del castigo aplicado a los rebeldes explica el respaldo de algunos a la candidatura de Soares, y la no participación en la campaña de Freitas de sectores que fueron decisivos para la victoria del PSD en octubre, como las juventudes y los sindicalistas.
Los partidarios de Soares afirman que cuenta con la transferencia segura de por lo menos 200.000 votos socialdemócratas, suficientes para asegurar la derrota de los otros candidatos de la izquierda. Freitas teme que el electorado socialdemócrata se niegue, una vez más, a escoger entre él y Soares y opte por un tercero, que sería el candidato eanista, o la abstención.
Escogido como "enemigo número uno por todos los demás candidatos, Francisco Salgado Zenha, ex número dos del PS cuenta, desde el sábado, con el respaldo personal de la mujer del general Antonio Ramalho Eanes. Manuela Eanes, que ha empezado de nuevo el recorrido por ciudades y pueblos de todo el país que tantos votos granjeó en octubre al joven Partido Renovador Democrático (PRD). El PRD cuenta además esta vez con el poderoso refuerzo del Partido Comunista Portugués (PCP), que ha movilizado hasta el último militante en una verdadera cruzada a favor de la convergencia del electorado de izquierda desde la primera vuelta.
Los golpes sucios de los medios de comunicación del Estado están ayudando a Alvaro Cunhal a convencer a su propio partido de la necesidad de la contraofensiva para vencer las fuerzas reaccionanas que quieren eliminar a Zenha en la primera vuelta.
En el telediario de mayor audiencia del viernes, víspera de la apertura de la campaña electoral, la televisión estatal calificó de "acontecimiento más importante del día" las declaraciones del arrepentido Macedo Correia, según las cuales Zenha, codefensor de uno de los reos del juicio de Monsanto, había recibido dinero de la organización terrorista Fuerzas Populares Veinticinco de Abril (FP-25) para ayudar a acreditar la tesis de que el proyecto global del general Otelo Saraiva de Carvalho y las FP-25 eran dos cosas distintas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.