España amenaza a las grandes potencias al ganar a Yugoslavia, actual campeona olímpica

España ya no sólo se codea con los grandes del balonmano mundial, sino que les gana. La selección ha tardado nueve ediciones en adjudicarse el torneo que organiza con los mejores equipos del momento. Este año se exhibió ante Francia, con quien hasta la temporada pasada compartía la misma categoría; ganó a Rumanía, que fue tercera en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84, y ayer se impuso a Yugoslavia, actual campeona olímpica.El altísimo nivel de juego alcanzado por la selección española ha llegado de la mano de Juan de Dios Román, ex entrenador del Atlético de Madrid, que ha devuelto a los jugadores la capacidad de contraatacar. El trabajo que realiza el técnico y la federación es tan serio que no dudan en paralizar la competición de Liga para concentrarse y disputar torneos ante los rivales más fuertes que se puedan encontrar.

Los resultados han llegado pronto. Tras una gira por Islandia y la República Democrática Alemana, y una concentración durante las Navidades en Nava cerrada (Madrid), la selección no sólo ha ganado un torneo cuya victoria únicamente está al alcance de las grandes potencias, sino que se ha catapultado para conseguir el gran éxito que necesita en una competición oficial. Ahora, en el Mundial de Suiza del próximo mes, España aspira a todo.

La actuación de los jugadores españoles en la segunda parte del partido contra Yugoslavia alcanzó la perfección. Con una defensa agresiva, un contraataque efectivo y un ataque de rápida resolución, en el que De la Puente realizó el trabajo sordo de pelearse contra los defensores, España alcanzó un parcial de 10-2 de los minutos cinco al 17, en los que transformó nueve lanzamientos consecutivos. Del 10-14 en el marcador se pasé al 20-16.

Estos momentos de inspiración fueron muy superiores a las dos rachas que tuvieron los yugoslavos en la primera parte, en las que, primero por espacio de ocho minutos y luego de cinco, impidieron que España marcara, al tiempo que ellos lograban un total de ocho goles a través de un ataque espectacular.

Mrkonja, Portner y Rnic llegaron a tener un porcentaje del ciento por ciento en sus remates de la primera parte. La pesadilla ofensiva se invirtió en la segunda parte, y en ella fue Millán el que transformó todos sus remates. Un elevado porcentaje también alcanzaron en esta fase Serrano (75%), Alonso (66%) y Chechu (50%).