Austeridad presupuestaria para Japón en 1986, que alcanzará un crecimiento del 4%

El producto nacional bruto (PNB) crecerá un 4% en términos reales durante el próximo año, en relación al 4,2% esperado a finales de 1985, según las estimaciones de la Agencia Japonesa de Previsiones Económicas. Esta previsión es ligeramente diferente a la realizada por la OCDE, publicada la pasada semana, que rijaba el crecimiento económico de Japón para el próximo año en un 3,5%.

Asimismo, y dentro de las previsiones gubernamentales, el país asiático mantendrá su política de férreo control de los gastos públicos, con una mínima variación respecto a los de este año. Según el proyecto de presupuesto hecho público por el Ministerio de Finanzas nipón para el ejercicio 1986-1987, los gastos públicos deberían situarse en 54,088 billones de yens (43 billones de pesetas), lo que representa un incremento del 3% respecto al presente año.El crecimiento económico de Japón se va a basar esencialmente en el tirón que se espera en la demanda interior, en la que se cimenta el programa de incremento de las importaciones y estímulo del consumo doméstico lanzado por el Gobierno del primer ministro, Yasuhiro Nakasone. Por primera vez en bastantes años, el desarrollo japonés no va a tener como pilar principal sus ventas al exterior.

De cualquier forma, y según las previsiones de la Agencia de Previsión Económica Japonesa, en 1986 se espera un superávit comercial de 56.000 millones de dólares. Según estos datos, la inflación debería situarse en un 1,9%, gracias a la apreciación del yen y a la baja de los productos petroleros.

Japón ha ido recortando su nivel de gastos públicos en los últimos cuatro años, con objeto de ir pagando progresivamente la importante deuda contraída en años anteriores a consecuencia de la crisis del petróleo. Tan sólo defensa, algunos programas de seguridad social y otros de desarrollo en el exterior han escapado a los recortes del Ministerio de Finanzas.

El aumento de los gastos militares es uno de los aspectos esenciales de la política que está llevando a cabo el primer ministro Nakasone. Y éste se prevé, asimismo, que sea uno de los puntos de mayor discusión en el próximo debate presupuestario.