El Estudiantes anuló a Phillips
LUIS GÓMEZ, Carlos Montes, conocido, no sin cierta sorna, como la gran esperanza blanca, cumplió ayer tan bien con la doble misión que se le había adjudicado que el Estudiantes dejó en entredicho al Español y, de paso, a Phillips y su demostrada capacidad reboteadora. Montes logró 13 puntos, dio dos asistencia, cogió seis rebotes y puso tres tapones, uno de ellos, a Phillips, a poco de empezar el partido, que puso caliente al público. La Demencia acabó olvidando sus cánticos navideños y recreándose con pasodobles y marchas húngaras: gritos de "torero, torero" y algún que otro "olé". Lo cierto es que el Estudiantes le había hecho una faena a Phillips.
Paco Garrido se había decidido, por fin, a preparar específicamente un encuentro -ésta puede ser su nueva imagen en la A-I-. Con el Español es fácil o dificil porque hay que parar a un solo hombre, el temible Phillips, amo y señor del rebote y la mitad más uno de los tiros de su equipo.
Garrido encomendó su marcaje a Pinone y Montes, obligado además este último a marcar al base contrario, Illa. La doble misión se revelé eficaz porque Montes se transformó, gracias a la espectacularidad de su salto, en un guardameta de buen estilo. Su técnica defensiva llegó hasta tal punto que buscó atrapar, con amplias estiradas, todos los pases que dirigían a Phillips, cuyo verdadero problema era entonces entrar en juego. Montes no despejaba los balones, sino que los paraba en brillantes acciones. Se permitió el lujo de olvidarse, en muchos instantes, del base Illa, quien se aprovechó para conseguir tres cómodos lanzamientos de tres puntos. El problema para Illa era que no está acostumbrado a jugar por sí mismo, sino para Phillips, a quien no encontraba porque a veces éste estaba tapado hasta por tres jugadores.
Así, luego de tres tapones de Montes y una serie de nueve tiros sin fallar de Pinone, el Estudiantes comenzó a cobrar ventaja hasta llegar al descanso con 59-39 a su favor y el partido casi resuelto.
El Español se hundió por no encontrar a Phillips. Intentó en defensa la zona 2-3 y la 3-2 con escaso éxito, pero en ataque tuvo momentos de gran crisis, obnubilados sus jugadores por no ver a su figura. El Estudiantes alcanzó hasta una ventaja de 34 puntos. La Demencia, disfrutó de la propina de algunos mates de Russell. Los cánticos navideños no servían. Era un final para el pasodoble.
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