En libertad el guardia civil procesado por deserción tras su boda con una 'abertzale'
El Juzgado Militar de Instrucción número 1 de Burgos ha concedido la libertad provisional al número de la Guardia Civil Juan Carlos Calleja Elías, de 27 años y residente en Bilbao, procesado por deserción. El recurso de la defensa, en el que se solicitaba la libertad provisional, fue presentado el pasado día 10 y el lunes el guardia abandonó la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid). Calleja denunció en un recurso previo "la implacable persecución por parte de sus superiores", surgida tras contraer matrimonio con Asunción Azpeitia, de ideas abertzales.Juan Carlos Calleja, adscrito a la 5121 Comandancia de la Guardia Civil, ha permanecido más de dos meses en situación de privación de libertad. Primero, en el calabozo de la comandancia de La Salve, de Bilbao, y posteriormente encarcelado en la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid). En ese período ha permanecido también en el hospital psiquiátrico de Burgos y en el hospital militar Gómez Ulla, de Madrid. El número de la Guardia Civil se encuentra acusado de un delito de deserción, a tenor del Código de Justicia Militar, que si prosperase podría llevarle ante un consejo de guerra, donde la petición del fiscal sería de dos a seis años de prisión.
Según el auto de procesamiento, Calleja se ausentó del servicio el pasado 8 de julio, encontrándose en paradero desconocido. Sin embargo, en el recurso se indicó que "no había delito de deserción, ya que se encontraba en paradero conocido y con baja médica". Según la defensa del encausado, el guardia civil obtuvo una baja médica por "una profunda depresión psíquica" y, en cualquier caso, permaneció en aquellos días en su residencia habitual en Bilbao.
La defensa, asesorada por el equipo jurídico del Sindicato Unificado de Policía (SUP), consideraba en el recurso la existencia de una persecución contra Calleja por parte de sus superiores tras su boda con una mujer divorciada que tenía un hijo de su anterior matrimonio y de ideas próximas a Herri Batasuna. Calleja, antes de su matrimonio, era un miembro cualificado del Servicio de Información de la Guardia Civil y llegó a estar infiltrado en ETA, logrando la detención de varios miembros de la organización terrorista.
