El Barcelona también frenó la carrera del Spórting
El Barcelona parece haberse especializado este año en frenar a los imbatidos. Primero fue el Real Madrid, hace 15 días, y ayer la misma desilusión se cebé en los jugadores del Spórting de Gijón. El partido de ayer dejó una sensación de déjà vu en los espectadores del Camp Nou. Fue prácticamente calcado al Barcelona-Real Madrid. Un gol en el primer minuto -entonces Marcos y ayer Clos-, una jugada muy polémica -entonces un fuera de juego de Archibald y ayer un posible penalti de Ablanedo al mismo jugador- y un tanto definitivo del Barcelona en la segunda parte, en el momento de mayores apuros.El Barcelona está en racha. Esta semana han funcionado las mil y una versiones del cuento de la lechera. La versión más extendida era esta: dos puntos ante el Spórting, un tropiezo del Real Madrid en Valladolid, una victona el miércoles ante Las Palmas, en el partido, aplazado, y el B arga a tiro de piedra del Madrid en la clasificación. Ayer el cántaro no se rompió. El Barcelona venció al Spérting porque tuvo más picardía en los últimos metros -además de los dos goles estrelló tres balones en la madera-, y porque Schuster ejerció perfectamente su papel de líder carismático, mientras Archibald se mostraba imprescindible a la hora de crear dolores de cabeza a la defensa asturiana.
A José Manuel Novoa, el técnico del Spórting, se le vinieron abajo todos los planes previos, todas las horas de estudio, apenas 60 segundos, después de que comenzase el partido. Todo su planteamiento defensivo quedó destrozado cuando Clos acertó, por única vez en toda la noche, en dos regates seguidos con la pelota en los pies. Llegar tarde al Camp Nou ya comienza a ser peligroso. A partir de ese momento empezaba otra vez el encuentro, y el Spórting dio una imagen de cohesión entre sus líneas, de claridad de ideas en el centro del campo y de seguridad defensiva muy superior a la que el Real Madrid había dejado 15 días atrás. Pero tampoco le sirvió.
El Spórting demostró que no estaba noqueado un minuto después del gol. Tino lanzó una falta a la escuadra, y Urruti casi se rompió el espinazo al chocar contra la madera para evitar el empate. Luego el meta barcelonista tuvo intervenciones de gran mérito ante Eloy (m. 36), Joaquín (m. 41) y Zurdi (m. 75). Ablanedo llegó al Camp Noti con toda la propaganda posible, pero pasó los 90 minutos más amargos de la temporada con los dos goles, con un tiro de falta de Schuster al poste (m. 26), y con otros dos de Archibald (m. 72) y Calderé (m. 82) a la madera. Pero la humillación más grande se la llevó cuando osó salir de su área para frenar un contraataque de Archibald, que le regateó por dos veces cuando se lanzó a sus pies, y tuvo que realizar un perfecto placaje agarrando con las dos manos los pies del escocés cuando entraba en el área. Urruti tenía menos publicidad, pero su noche fue más completa.
Todo sucedió muy rápido hasta que Schuster en el Barcelona y un extraordinarió Joaquín en el Spérting serenaron a un balón enloquecido. El Spórting marcó el ritmo del partido y poco a poco fue rodeando al Barcelona con una perfecta tela de araña en el centro del campo. Pero, como frente al Real Madrid, el segundo gol llegó en el momento oportuno para el Barcelona y, para alegría del público que, pese a sus ya lejanas batallas verbales con Núñez, sigue considerándolo como el maestro perfecto para dirigir a la orquesta azulgrana, lo marcó Schuster. Y lo hizo con ritmo de adagio, marcando lenta y perfectamente los movimientos de su cuerpo antes de hacer chocar su pie derecho contra la pelota y lograr el clímax de la noche al batir a Ablanedo.
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