Un plan especial y un nuevo patronato regirán la AIhambra

La Alhambra, con casi 5.000 visitantes diarios, es un monumento con grandes posibilidades de autofinanciación. El Gobierno andaluz está a la espera de que el Parlamento ratifique los Presupuestos Generales de 1986. En ellos un pequeño apartado adjudica para la Alhambra un presupuesto de 442 millones de pesetas. El doble de lo que tenía asignado hasta el momento. La subida del precio de las entradas (de 200 a 350 pesetas) hará posible tal cantidad de ingresos.A los 442 millones de pesetas habría que añadir el precio del cerro de Los Alijares (la Junta pagó por él cerca de 1.000 millones de ...

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La Alhambra, con casi 5.000 visitantes diarios, es un monumento con grandes posibilidades de autofinanciación. El Gobierno andaluz está a la espera de que el Parlamento ratifique los Presupuestos Generales de 1986. En ellos un pequeño apartado adjudica para la Alhambra un presupuesto de 442 millones de pesetas. El doble de lo que tenía asignado hasta el momento. La subida del precio de las entradas (de 200 a 350 pesetas) hará posible tal cantidad de ingresos.A los 442 millones de pesetas habría que añadir el precio del cerro de Los Alijares (la Junta pagó por él cerca de 1.000 millones de pesetas) y el coste del Plan Especial, que se quiere presentar públicamente en primavera a través de una exposición en el palacio de Carlos V.

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La Junta de Andalucía ha heredado un monumento de interés mundial en el que, sin embargo casi todo está por hacer. En el Ministerio de Cultura no hay un informe exhaustivo sobre el estado actual de conservación del conjunto monumental de la Alhambra de Granada.

Según Antonio Fernández Alba, director del Instituto de Conservación, en la Dirección General de Bellas Artes sólo hay informes deslavazados sobre diversas intervenciones hechas en la Alhambra. De manera que nadie puede saber con certeza científica hoy día el estado de conservación de la Alhambra. "En términos generales, y teniendo en cuenta la situación de otros monumentos españoles, se puede decir que no es alarmante su estado de conservación", dice midiendo mucho sus palabras Carlos Baztán, arquitecto del Instituto de Conservación.

Otro compañero de Baztán, Antonio Almagro, redactó un informe el pasado mes de septiembre en el que hablaba del buen estado de conservación de las estructuras del monumento y del deteriorado estado de sus elementos ornamentales y del patio de los Leones. Un informe que, según Fernández Alba, es sólo un "somero estudio de situación".

Los accesos

Baztán y Almagro están ahora haciendo los planos de la Alhambra utilizando el moderno sistema de fotogrametría, que permite hacer levantamientos cartográficos. Estos planos son un buen instrumento de trabajo para José Seguí y su equipo formado por un total de 25 personas. Seguí es el arquitecto malagueño que ha recibido del Gobierno andaluz el encargo de redactar el Plan Especial de Protección de la Alhambra y Barranco del Abogado, zona que linda con el recinto monumental y el cerro de Los Alijares.

Uno de los capítulos más importantes de este Plan Especial será el de los accesos. La Alhambra tendrá una nueva entrada a través de Los Alijares. "Propondremos que ésta sea una puerta de servicio", dice José Seguí, "por la que entrarían los empleados y los suministros de los hoteles y restaurantes que hay dentro del recinto". La idea de Seguí es permeabilizar los accesos existentes, promoviendo el paso peatonal a la Alhambra, acabar con la circulación de coches y autobuses -se ha detectado en el entorno del monumento un elevado nivel de contaminación- y proponer para dentro del recinto los trenes cremallera o funiculares. El plan intentará precintar todo el recinto monumental, porque la ciudad, como una tela de araña, ha ido estrechando su cerco sobre la Alhambra.

El equipo de Seguí redactará también un plan de rehabilitaciones. "La Alhambra tiene problemas de infraestructura. En vez de hacer restauraciones llamativas habrá que empezar por arreglar las redes de saneamiento (en algunos casos se mezcla el agua corriente con los desagúes) y por calzar la Alhambra. Esto no quiere decir que se vaya a caer, pero es una intervención prioritaria", dice José Seguí.

En cuanto a la erosión y deterioro producidos por la avalancha de turistas (1.718. 677 visitantes en 1984), José Seguí dice que el plan insinuará la necesidad de un mayor control de las visitas.

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