Las teorías de José Aumente

De entrada, no sé quién está haciendo el juego a quién. Si EL PAÍS a José. Aumente o José Aumente a EL PAÍS. Porque de otra forma no se comprende la excelente acogida de este diario (en cuanto a espacio y lugar preferente) a los artículos que escalonadamente -desde junio hasta ahora, con el paréntesis de las vacaciones- ha ido publicando José Aumente.A veces no hay otra respuesta, cuando uno se siente incomprendido, que la de seguir insistiendo, obcecado por su propia inseguridad. Esto, a mi parecer, le sucede a este señor. Sus cuatro artículos, fundamentalmente, van por la misma dirección, pero de forma graduada. Primero empezó por atacar globalmente al PSOE, más tarde elaboró la teoría del felipismo y, por último, pasó a denunciar como neofranquista la política de aquéllos.

¿Cuál es el siguiente argumento o qué fase nos espera? ¿La del nazismo, acaso? No voy a entrar aquí a juzgar la labor del Gobierno, pero, dada una serie de factores en todos presentes, se hace imprescindible otorgarle confianza, por lo menos durante un cierto tiempo.

Por otro lado, el efecto que a mí me produce su verborrea, entre finalista y utópica, es, supongo, el contrario al que usted desearía: tratar de evitar más sacrificios estériles en pos de no se sabe qué, y creo que los tiempos que corren me lo confirman. Una frase suya para terminar: "La modernidad sería así la disolución de toda razón superior...". Creo que ni el mismo Hegel la hubiera superado.- Felipe Rodríguez.