Una nota más simbólica y mejor definida
La elevación de una centésima en el índice general de la Bolsa de Madrid es simbólica y las incógnitas sobre el futuro a medio plazo han vuelto a atenazar a los inversionistas, provocando una serie de alteraciones en las cotizaciones que, al final deja sesión, ofrecían un panorama en el que la indefinición era la nota más destacada.Los problemas sin fin que existen entre las empresas que conforman el sector eléctrico para llegar a un acuerdo definitivo sobre los traspasos de activos se han visto reflejados en el parqué, al tiempo que el precio del dinero muestra síntomas de recuperación a corto plazo, mientras que se mantiene estable aires meses.
Uno de los factores que más empieza a pesar en los mercados de renta variable es, sin duda, la menor presencia del dinero en los corros, como demuestra el hecho de que los volúmenes de contratación, sin ninguna prisa pero sin pausa, se preparen para traspasar la barrera de los 2.000 millones de pesetas diarios, en sentido descendente. El lunes apenas se superó esa cifra y, lo que es más significativo, las compras a crédito se situaron por debajo de los 100 millones de pesetas, algo que no sucedía desde el pasado 24 de septiembre.
La sesión resultó muy desigual en su desarrollo, mostrando los valores eléctricos muy poca capacidad de reacción ante las partidas vendedoras que salieron a los corros, aunque en algunos casos se cerró al mejor precio. No fue sólo el eléctrico el sector que hubo de hacer frente al papel, ya que también los valores industriales recibieron una buena ración, con la diferencia de que algunas recuperaciones aisladas lograron dotar a estos grupos de una sensación de equilibrio, al menos en lo que se refiere a sus índices particulares.
La compensación a las pérdidas de las eléctricas llegó de la mano de los valores bancarios, que con una discreta mejoría en sus saldos compradores realizaron un pequeño esfuerzo y sumaron algunos enteros más a sus cotizaciones, los justos para que, añadiendo el ligero avance de Telefónica, la sesión terminara con signo positivo, pero sin ostentaciones, como muestra esa solitaria centésima que avanzó el índice general. '
El mercado de pagarés del Tesoro, por su parte, mostró una recuperación, tanto en lo que se refiere a los tipos de interés como a los volúmenes contratados. El tipo mínimo se situó en el 9% anual, mientras que el máximo fue del 10,375% y se consiguió en los pagarés negociados con un pacto de recompra de una semana, los mismos que hace tan sólo cuatro sesiones se negociaban al 3%. A tres meses, la estabilidad sigue siendo la nota destacada, manteniéndose la rentabilidad en torno al 9% anual, aunque con unas cifras de negocio más reducidas.
Habrá que esperar unos días para saber si esta recuperación de los precios del dinero es estable y, por consiguiente, si la renta variable ha de dejar de ser la principal beneficiaria del exceso de liquidez. Los problemas, propios y ajenos, le dieron a la sesión ese aire entre confuso e indeciso que sólo logrará definirse con el transcurso del tiempo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.