Un justo castigo a una perversidad inocente
Los operadores comienzan a sentirse intranquilos por el giro que está tomando la bolsa. Y no solamente por la pérdida de 89 centésimas en el índice general, sino por los síntomas de descenso de las contrataciones.El volumen negociado descendía el lunes hasta 2.375,8 millones de pesetas efectivas y ayer esta cifra parece haber sido todavía inferior. El cansancio del mercado, justo después de que se hubiera conseguido tocar la cota 126%, no ofrece muy buenas perspectivas desde el punto de vista del análisis técnico. Pero a nivel fundamental las previsiones son más halagüeñas.
Parece claro que los finales de mes siempre han sido negativos para la bolsa, especialmente en estos momentos en que las compras a crédito habían alcanzado un significativo volumen en un breve espacio de tiempo. Los analistas consideran, sin embargo, que a lo largo de las últimas jornadas se han venido rectificando buen número de estas operaciones, aunque los saldos siguen estando en niveles altos.
Las informaciones sobre los manidos intercambios de activos tienden a incidir sobre aspectos que muchos inversores suponían cerrados, con la incertidumbre que ello siempre provoca. Ahora se trata de lo que parece ser propósito de las compañías para que el Gobierno haga una declaración de intenciones sobre tarifas, amortizaciones, dividendos y financiación del sector. Lo cierto es que este tema podría empezar a dar vueltas sobre sí mismo, en una especie de enloquecedora danza. Así que estos valores no ganan para sustos y desde hace bastantes jornadas sólo cosechan signos negativos, como los 0,56 puntos de ayer.
Claro que los menos han estado absolutamente generalizados, con la única excepción de siderometalúrgicas, un sector que se ha comportado bastante bien, durante la semana anterior y que mantiene esa positiva tendencia. La banca, por el contrario, prosigue recolectando un exceso de papel que ha llevado a los siete grandes a anotar un saldo vendedor de 125.267 títulos.
Pero el dinero, en cualquier caso, continúa sin grandes posibilidades de colocación. Las escasas emisiones de renta fija que se encuentran en período de suscripción o ya anunciadas están muy demandadas, por lo que será inevitable el prorrateo. Y no hay que olvidar que los tipos de interés prosiguen a la baja a máxima velocidad, especialmente en el corto plazo. Los depósitos a un día en el mercado interbancario se situaron ayer al 5,13% (frente al 6,40% del lunes), mientras que a semana estaban al 7,03% (8,69% anterior), a 15 días al 8,57% (9,07%), a un mes al 9,35% (9,33%), a tres meses al 10,19% (10,24%) y a seis meses al 11% (11,03%). Los expertos, de todas formas, aseguran que este recorte se debe a la obligación de hacer hoy frente a unos 500.000 millones de pagos fiscales.
Por otra parte, ayer comenzó la ampliación de Zardoya Otis, por 322,7 millones de pesetas y en la proporción de una acción nueva por cada seis antiguas, liberada con cargo a reserva voluntaria. El cupón salía con un valor teórico de 760 pesetas, pero fijó posición dinero a 815 pesetas.
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