Un ejemplo de pureza

John Wayne protagoniza un western perfecto, Los hijos de Katie Elder, dirigido por Henry Hathaway a mediados de los años sesenta. Mientras el western se desmitificaba, se italianizaba, se crepusculizaba..., algunos -pocos, la verdad- todavía creían en él como esencia o pureza de un arte narrativo y visual.Heriry Hathaway, veterano de mucha sabiduría, narrador puro sin síntomas de contaminación, hombre libre para un cine libre, realizó westerns en los años sesenta; el mejor, Los hijos de Katie Elder, es ejemplo magnífico de la simplicidad de líneas del género, del tópico entendido no como insulto sino como necesidad: un caballo es un tópico del western, pero sin caballo no hay western.

En Los hijos de Katie Elder, hay caballos, revólveres, sombreros, poblados y la mecedora de mamá Katie, a quien jamás veremos porque la película comienza tras su muerte, pero en quien adivinamos el espíritu abnegado de los pioneros del Oeste, gente grande porque nos daría cosas grandes: los hijos de Katie Elder, por ejemplo.

Y en la película está, o primordialmente, John Wayne, denostado con facilidad por sus radicales ideologías sin tener en cuenta que es él y nadie más que él el actorque mejor encarnó, con Hathaway, con Ford, con Hawks, con Curtiz, con Farrow, la soledad del hombre de las praderas, la nostalgia de un pasado glorioso que a menudo se ataca sólo por el hecho de contemplar el presente que ha provocado.

Los hijos de Katie Elder empieza soberbio: una desolada estación de tren, de las que ya no quedan. Los tres Elder esperan al cuarto Elder, que no aparece a lo Luiniére sino a lo Boetticher, recortándose en las rocas durante el entierro de mamá Katie.

A partir de ahí todo es rudeza y todo sigue sobre ruedas: Hathaway no es un temporero; no se le alquila a dólar la sesión; ni siquiera sabe en el siglo que vive. Ve las cosas como las veía en los años 30 en Tres lanceros bengalies.

Y es que para los grandes narradores narrar no es cuestión de épocas, gustos ni modas. Por mucho que lo intenten, ni Eastwood ni Kasdan -muy respetables cineastas-,jamás serán Hathaway. Ni Harrison Ford, John Wayne. Otra cosa será pensar, de los 40 millones de españoles qe ahora tienen a su alcance Los hijos de Katie Elder, cuántos sabrán conectar con esa esencia pura de pionero.

Los hijos de Katie Elder se emite hoy a las 22.30 por TVE-1.