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Ignacio de Lecea resta importancia al destino que Jordi Pujol dio a sus acciones de Banca Catalana

El juez instructor del sumario sobre Banca Catalana, Ignacio de Lecea, declaró ayer que el destino que Jordi Pujol dio a las acciones, de su propiedad es "una anécdota irrelevante" que no afecta a la instrucción de la causa. Restó importancia a la cuestión y dijo que por ahora no va a ser investigada, ya que la considera de "escasa entidad y sin ningún tipo de incidencia para la marcha del sumario".De Lecea afirmó también que desconocía el contenido concreto o textual de lo declarado por el abogado defensor de Pujol a un grupo seleccionado de periodistas sobre el destino de aquellas acciones, ya que no había podido leer la Prensa. El magistrado dijo que, a pesar de ello, conocía perfectamente el tema y la hipótesis sustentada por el abogado Joan Piqué Vidal, según la cual Pujol había cedido gratuitamente sus acciones de Catalana a una fundación.

En medios cercanos a la fiscalía se asegura, sin embargo, que el asunto de la supuesta donación de las acciones de Pujol, anunciada sin facilitar más detalles por el abogado Piqué Vidal, puede ser importante y deberá ser aclarado en el momento correspondiente.

En los citados medios se considera que frente a los prolijos detalles del desmentido al "rumor" de la venta -así se citaba en el libro Banca Catalana, más que un banco, más que una crisis, junto a la "versión" de su entrega prácticamente gratuita a la fundación-, resultan insuficientes las explicaciones genéricas dadas sobre la supuesta donación, que, según Piqué Vidal, se hizo "por un valor de cero".

Las precisiones del abogado Piqué Vidal sobre la fecha de la supuesta donación de las acciones de Banca Catalana han provocado una nota crítica del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). El secretario de Organización del PSC, Josep Maria Sala, subraya que si esa operación se produjo efectivamente el 15 de mayo de 1982 -que es lo afirmado por el abogado de Pujol- lo fue únicamente "con unos días de antelación al inicio de las dificultades en el grupo bancario". También señala que en ese caso ocurrió "después de dos años de su toma de posesión como presidente de la Generalitat", lo que demostraría que, a pesar de haber accedido a la presidencia, no se había desvinculado de sus negocios financieros. Sobre esto último añadía ayer el dirigente socialista: "En cualquier país democrático normal, cuando una persona con importantes intereses económicos accede a un cargo público se desvincula de forma inmediata, de iure y de facto, de sus posiciones en los centros de decisión económica donde actúa. En este sentido, la consideración de si las acciones finalmente se vendieron o se regalaron forma parte de una lógica de comportamiento personal, mientras que desde el punto de vista político lo verdaderamente importante reside en la obligada desvinculación entre responsabilidades públicas e intereses privados".

Contradicción

La declaración formal del abogado Piqué Vidal de que Pujol cedió todas las acciones que tenía de Banca Catalana a la Fundación Catalana el 15 de mayo de 1982 no coincide, por otra parte, con la única manifestación oficial que existía hasta ahora sobre el tema, y que era indirecta, pues no había sido dada por él: lo afirmado por el conseller de Economía y Finanzas de la Generalitat, Josep Maria Cullell, ante la Comisión de Economía, Hacienda y Presupuesto del Parlamento de Cataluña, el 22 de noviembre de 1983.En aquella sesión, respondiendo a una pregunta del diputado Marià Lorca sobre el momento en que Jordi Pujol abandonó las tareas ejecutivas en Banca Catalana y dejó de ser accionista de la entidad, el conseller Josep Maria Cullell afirmó: "Las fechas exactas son: si bien ya en junio de 1976, en la Junta General de Accionistas, el Honorable Presidente de la Generalitat dimitió de los cargos directivos que tenía en Banca Catalana, esta dimisión se hace efectiva con inscripción registral antes de mayo de 1977, y en marzo de 1982 hace la cesión de todas las acciones a una fundación" (Diari de sessions, 22 de noviembre de 1983, página 1.262).

Esta diferencia -de marzo al 15 de mayo- no es baladí, por ocurrir en aquellos días hechos muy importantes para la entidad, y adoptarse precisamente entonces, entre marzo y mayo, decisiones económicas y políticas de trascendencia sobre la crisis y para el futuro del banco.

En relación a la querella presentada contra antiguos altos cargos de Catalana, ayer prestó declaración como testigo el ex gerente de Matesa, Juan Vilá Reyes.

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