El legado del 'tío de América'

ENVIADO ESPECIAL

Antonio Juan Juan, natural de Dolores (Alicante), nacionalizado francés en 1962 al igual que su mujer y sus tres hijos, es una de las personas que aspiran a repartirse la mitad de una fabulosa herencia de un tío fallecido en Estados Unidos. Antonio Juan es el sobrino nieto del hombre que dejó al morir unos bienes de 900 millones de dólares (unos 145.000 millones de pesetas). La mitad de ésta cantidad se ha entregado ya a la Fundación Americana de la Inmigración, en tanto que el resto corresponde, al parecer, a los herederos del tío de América en Dolores, entre los cuales parece encontrarse el propio Antonio Juan que, sin embargo, asegura que a no se les ha comunicado nada oficialmente."En el Ministerio español de Asuntos Exteriores, a mi hermano, que fue con un abogado, le dijeron que había algo, sin especificar, y que la herencia que torresponde a la parte americana se ha entregado ya", asegura Antonio Juan. No obstante, en Maubourget todos le felicitan y se paran a saludarle y a hablar con él en la calle. Desde que se conoció la noticia en esta pequeña población del sur de Francia, que cuenta con unos 3.500 habitantes, Antonio se ha convertido en un personaje ase diado por los medios de comunica ción franceses, españoles y norteamericanos, principalmente, hasta el punto de que en los últimos días se ha visto obligado a descolgar el teléfono de su casa. En Maubourget no sorprende ya el verle rodeado de periodistas y fotógrafos. Le fotografían en la plaza del pueblo junto a la fábrica en la que ha trabajado ininterrumpidamente has ta su jubilación hace tres meses o saludando a sus vecino!. "Dejé mi pueblo en 1956 porque allí no se ganaba lo suficiente para vivir, así que vine a trabajar en la vendimia. Mientrás que en el pueblo cobraba 1.111 pesetas a la semana, en aquellos años, vendimiando, sacaba unas 6.000 pesetas. Después en 1958, llegó, con su mujer y su hijo y empezó a trabajar de ebanista en la factoría que Cassagne tenía en Maubourget hasta hace tres meses, en que se jubiló al cumplir 60 años.

Antonio se enteró en Dolores, el pasado mes de agosto, de que los miembros de su familia -formada por 12 personas- pueden heredar, cada uno, más de 4.800 millones de pesetas de un pariente lejano que emigró a Estados Unidos. "Fue un sobrino el que nos lo comunicó cuando estábamos comiendo".

"A mi hermano esto le quitó el apetito", asegura. Antonio recuerda que "mi madre siempre nos hablaba de un familiar que se marchó a América a comienzos de siglo, y que estuvo en Dolores en los años treinta. Antes de marcharse, según dice un primo mío, comentó que no tendríamos noticias suyas hasta el día de su muerte, creemos que fue periodista y que tuvo algunos negocios, pero no sabemos nada más de él".

"Hasta que no me entierren", afirma, "creo que la noticia es cierta y que nos corresponde la herencia, porque no es la primera vez que eso ha pasado en España con familiares que han emigrado a América. ¿Por qué no le va a ocurrir a mi familia? ¿Si a usted se lo dijesen, no se lo creería? Yo, desde luego, sí. Ahora todo está en manos del Ministerio de Asuntos Exteriores español".

[Aparte de los familiares directos de Antonio Juan Juan son numerosas en Dolores las personas del mismo apellido que aspiran a recibir parte de la herencia].