_
_
_
_

Beatrice Rangoni Machiavelli

Condesa y vicepresidenta de la Internacional Liberal, cree que la mujer es la verdadera fuerza del cambio en Europa.

Beatrice Rangoni Machiavelli, de "casi 50" años, casada y madre de un hijo, ha estado en España como miembro de la delegación italiana en el congreso de la Internacional Liberal, celebrado en Madrid del 3 al 5 de octubre. La condesa Rangoni Machiavelli, primera mujer en dirigir un semanario político en Italia, ha dedicado toda su vida a la política, y cree que "las mujeres son verdaderamente la fuerza del cambio de la sociedad europea". Reconoce que su condición de condesa, de mujer y su apellido han dificultado su carrera.

Machiavelli está todavía vivo..., y, lo que es peor en contacto con nuestro Parlamento fue el titular de un artículo sobre ella en el diario británico The Guardian. Sonríe al recordar que, siendo vicepresidenta del Movimiento Europeo, envió, junto a otras mujeres italianas,un telegrama a la primera ministra británica, Margaret Thatcher, cuyo Gobierno conservador se negaba a apoyar la elección directa de los parlamentarios europeos. "Pasado un tiempo", afirma riendo abiertamente, "recibí un sobre con el artículo de The Guardian en el que se afirmaba que yo era descendiente del autor de El Prínc¡pe". "No, no soy familiar suyo", afirma.La única mujer entre los vicepresidentes de la Internacional Liberal descubrió su vocación política a los 15 años, cuando su madre la llevó a las Damas de la Beneficencia a dar dinero para los pobres. "Me rebelé ante esa situación. Me pregunté que por qué había que darles como caridad lo que les correspondía como derecho", comenta la condesa. A los 20 años contra o matrimonio con un amigo de la infancia. Beatrice afirma que la relación con él, escritor de profesión, es a veces un poco difícil, ya que "los hombres en Italia no aceptan fácilmente que la mujer tenga su actividad propia". "Creo que como en Espaí1a", añade con una mirada de complicidad.

Su condición femenina, el apellidarse Machiavelli y ser miembro de la nobleza no han hecho sino obstaculizar su carrera política. La primera mujeren dirigir un periódico político, el semanario La Tribuna, del Partido Liberal Italiano, recuerda que le dijeron que firmase sólo con la inicial desu nombre de pila porque no se comprendía que una mujer dirigiese La Tribuna. Divertida, cuenta que unas Navidades recibió una carta en la que se leía: "Señor director, como todas las personas de su sexo, usted sabe que un perfecto afeitado es muy importante". Le recomendaban una maquinilla de afeitar. "Me desesperé tanto", dice, "que a partir de entonces firmé con mi nombre completo".

Su vida durante la infancia y adolescencia fue fácil. Estudió Física y Matemáticas, su segunda gran pasión. Habla inglés, francés, alemán y portugués. Nieta de un diplomático, su familia aceptó sin problemas su vocación política.

Formó parte de la delegación oficial italiana en la Conferencia Mundial de la Mujer de Nairobi. Piensa que para llegar a una igualdad de hecho entre hombres y mujeres es necesario que cambie la mentalidad de ambos.

Miembro del Parlamento Europeo, se declara a favor de la unión europea. "La entrada de España y Portugal supone la consolidación de la libertad y la democracia en Europa", explica.

Ha visitado antes España, país que le parece maravilloso. "Yo amo muchísimo a España", subraya. Vive en Roma, "en la plaza de España", añade con aire divertido, y señalando con firmeza un punto en un imaginario plano sobre la mesa afirma: "Aquí, al lado de la Embajada de España". Al preguntarle por su edad, con una mirada de coquetería responde: "Casi 50".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_