Siempre nos quedará Ingrid

TVE dedica hoy su programa Secuencias a la figura, gran figura, de Ingrid Bergman. La Bergman fue mujer suprema del séptimo arte.El amor fue su sufrimiento para Hollywood; el alma humana, para Rossellini. Antes sólo Gustav Molander, en Suecia, su tierra natal, con el primero de los Intermezzos; después, la ruina artística: El albergue de la sexta felicidad, No me digas adiós, El Rolls Royce amarillo, Secretos de una esposa, Asesinato en el Orient Express... celuloide torpe sólo compensado por Renoir y Elena y los hombres y Donen y la exquisita, sofisticada Indiscreta.

Hollywood le hizo sudar sangre: Boyer la enloqueció en Luz de gas, Rains la envenenó en Encadenados y Cotten la atormentó en Atormentada. Bogart la despachó con un "siempre nos quedará París"...

El asalto italiano se produjo cuando adivinó que tras Roma, città aperta había un hombre de aquí te espero. Lo que de verdad había era un cineasta de tomo y lomo, que ella prendó y con quien rodó cuatro espléndidas películas además de su episodio de Siamo donne: Stromboli, Europa 51, Te querré siempre -uno de los más demenciales de título para Viaggio in Italia- y La paura.

Ingrid Bergamn fue fuego nacido del gélido norte. Silueta estilizada y alta presencia de labios carnosos que Cukor, Hitchcock, Rossellini o Curtiz elevarían al altar de lo eterno. Porque siempre nos quedará Ingrid.

Ingrid se emite hoy a las 22.40 horas por TVE-1.