El PCEml celebrará mañana un homenaje a los fusilados en septiembre de 1975

Un ramo de flores en la tumba de José Luis Sánchez Bravo, en el cementerio de Espinardo, en Murcia, donde fue enterrado, y unas cuantas pintadas realizadas en Barcelona por miembros de la Liga Comunista Revolucionaria, que recordaban a los militantes de ETA y del FRAP fusilados el 27 de septiembre de 1975, han sido los únicos actos con los que ayer se conmemoró el décimo aniversario de aquel episodio final del régimen del general Francisco Franco.

Estas escuetas manifestaciones se justifican por el hecho de que el Partido Comunista de España Marxista-Leninista ha convocado a mediodía de mañana el acto de homenaje a sus militantes fusilados, al que se han sumado el PCE, Izquierda Republicana, CC OO, ARDE (Acción Republicana Democrática Española) y el Movimiento Comunista. El acto se celebrará en la tumba de Ramón García Sanz, en el cementerio civil de Madrid. El cadáver de García Sanz estuvo hasta el año pasado enterrado en Hoyo de Manzanares, donde fue ejecutado, ya que, al ser huérfano y no tener familiares directos, sus restos no fueron reclamados por nadie.

Los restos de los otros cuatro fusilados aquel 27 de septiembre (José Luis Sánchez Bravo, Juan Paredes Manot, José Ángel Otaegui y José Humberto Baena Alonso), reposan en sus lugares de origen.