La Junta de Andalucía defiende el papel de los consumidores en el control de calidad

El consejero de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Pablo Recio, denunció ayer la existencia de una "cierta connivencia" entre los agentes económicos capital y trabajo, causada por la crisis, que ha hecho descargar en gran medida el coste de la crisis sobre grupos de consumidores menos protegidos, como son las amas de casa, jóvenes sin trabajo y pensionistas. Recio explicó esta idea en la primera comunicación del seminario sobre Política de consumo que ayer comenzó en Sevilla, dentro de los cursos en esta ciudad de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Recio defendió, en el sentido apuntado, el máximo protagonismo de los consumidores y los ayuntamientos en la vigilancia de la calidad de los bienes y servicios que sirve el mercado. El seminario, dirigido por el presidente del Instituto Nacional del Consumo, César Braña, se orienta este año a la reflexión sobre la política concreta en la materia, y en este contexto tendrá una importancia relevante todo lo relacionado con el ingreso de España en la CEE.

El ponente Pablo Recio defendió la idea de que la mayor parte de los problemas de los consumidores pueden solventarse en el ámbito municipal, aunque temporalmente pueden ser necesarias actuaciones a más alto nivel, como el de las comunidades autónomas, y siempre sin perder la perspectiva de una política coordinada en todo el Estado. Para Recio, los consumidores deben tomar la iniciativa en la defensa del consumo.