Minero, minero
Deseo expresar mi solidaridad con el contenido de la columna de Manuel Vicent publicada en EL PAÍS del 10 de septiembre y unirme a ese clamor de "¡minero, minero!", que debió desgarrar las gargantas de todos los españoles.Vicent habla de una tarde de septiembre de 1985, pero yo quiero recordar también que una coincidencia fatídica quiso que la siniestra tarde de otro día de septiembre de 1984, mientras el toro Avispado segaba la vida de Paquirri, dos mineros linarenses perecieron también en la mina. ¿Cuántos españoles lo supieron? ¿Cómo fueron tratadas estas tres muertes por los medios de comunicación?...
Esas dos tardes y en los días que siguieron sentí en lo más hondo de mi ser una ira ciega y un profundo dolor por semejante vergüenza nacional.
Nada más quiero añadir, pues la ironía amarga y humanísima de Manuel Vicent lo dice todo.- María Luz Alcalá-Zamora.
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