La tercera partída del Mundial de ajedrez se disputa hoy

El encuentro por el título mundial de ajedrez que disputan los soviéticos Anatoli Karpov y Gari Kasparoy ha entrado en un compás de espera. Karpov solicitó el sábado como jornada de reposo. La tercera partida de las 24 previstas como tope máximo se jugará hoy. Por el momento, la ventaja en el marcador y en la lucha psicológica corresponde a Kasparov, que vence por 1,5-0,5 y ha llevado la iniciativa en las dos primeras partidas. El aspirante jugará con las piezas blancas.

En opinión de los especialistas, el ,descanso solicitado por Karpov está plenamente justificado, ya que fue el actual campeón quien sufrió un mayor desgaste nervioso durante las 13 horas invertidas en las dos primeras partidas. Ambos jugadores se han preparado para la tercera -en la que Kasparov llevará las piezas blancas- aislados en sus respectivos cuarteles generales, de muy difícil localización. "Es más fácil conocer la residencia de Gorbachov que la de Karpov y Kasparov", comentaban ayer unos aficionados mos.covitas.Aunque los equilibrados pronósticos iniciales han variado ligeramente en favor de Kasparov, no hay motivos suficientes para asegurar que la superioridad mostrada hasta ahora por el aspirante vaya a mantenerse hasta el final. La experiencia acumulada por Karpov en sus tres encuentros con Korchnoi -años 1974, 1978 y 1981- y en el anterior enfrentamiento contra Kasparov, que duró cinco meses, le permite contemplar con esperanza el actual compromiso. Un encuentro de estas características exige de los contendientes una gran fortaleza fisica y psíquica, además de su acreditada capacidad técnica.

Unánimes elogios

Por otro lado, en medios ajedrecísticos existe unanimidad al elogiar el alto nivel técnico de la segunda partida, que finalizó en tablas el viernes, tras ocho horas de juego.

Según pudo saber EL PAIS en medios próximos al equipo técnico de Kasparov, éste acogió con satisfacción la solicitud de Karpov. El día de reposo permitió al joven aspirant e presenciar el partido entre las selecciones de España y Brasil, correspondiente al Campeonato Mundial juvenil de fütbol, deporte asiduamente practicado por Kasparov.

Los días oficiales de,juego son martes, jueves y sábados. Las partidas aplazadas se reanudan al día siguiente y los lunes quedan como días libres. Además, los jugadores tienen derecho a un descanso por cada ocho partidas.

Karpov, de 34 años, hizo gala el viernes de -su acreditada técnica defensiva para neutralizar la ventajosa posición lograda por Kasparov en el momento del aplazamiento. Durante el desarrollo de la segunda sesión, muchos espectadores pronosticaron el triunfo de Kasparov, dada su ventaja de material. Sin embargo, el actual campeón tejió una tela de araña que imposibilitó su segunda derrota en este encuentro. Conviene recordar que Karpov ha perdido sus tres últimos enfrentamientos contra Kasparov -las dos últimas partidas del encuentro anterior y la primera del actual- y se encuentra en clara inferioridad psicológica con respecto a su rival.

Por otra parte, el desarrollo final de la segunda partida patentizó el fino trabajo realizado por los analistas del campeón. A media sesión, Karpov dejó de permanecer constantemente sentado y dio largos paseos por el escenario cuando el turno de juego correspondía a Kasparov. Según los expertos, de esta actitud se desprende un - dominio absoluto de la situación. Algunos grandes maestros presentes en la sala de análisis apuntaron la posibilidad de que el desenlace final de la partida ya estuviera previsto en los análisis de Karpov y sus ayudantes.

Tanto la Prensa como los espectadores reconocieron unánimemente el alto grado de combatividad y calidad técnica desplegados por ambos contendientes. Tras acordarse el empate, entre los aplausos del público, Karpov, según confesó uno de los muchachos que manejan los tableros murales, invitó a su. rival a analizar conjuntamente la partida, pero Kasparov se negó. En una entrevista concedida al semanario alemán occidental Der Spiegel, con anterioridad al comienzo del encuentro, el aspirante ya había manifestado su poca afición a este tipo de análisis, comúnmente practicados por casi todos los ajedrecistas de alto nivel.