Los mineros denuncian las "atrocidades" de la patronal y deciden suspender su huelga

El Sindicato Nacional Minero (NUM), que cuenta con una afiliación calculada en unos 350.000 trabajadores negros, acusó ayer a las compañías mineras de cometer "toda clase de atrocidades" contra los obreros en huelga, que no se han atrevido a secundar masivamente el paro decretado el pasado lunes. El propio NUM anunció anoche el fin de la protesta. Amenazas a punta de pistola, perros, látigos, bombas de gases lacrimógenos y balas de goma son algunos de los recursos que la propiedad ha empleado para combatir la huelga, según el sindicato.

El líder del sindicato, Cyril Ramaphosa, un abogado que cambió las autoridades forenses por las sindicales cuando el Gobierno autorizó la formación del sindicato minero, hace dos años, admitió ayer que el apoyo a la huelga había disminuido en las últimas 24 horas, pero añadió que todavía afectaba a 21.000 trabajadores, frente a los 28.000 que originalmente secundaron el paró a principios de semana.La huelga, que comenzó afectando a ocho minas de oro y cárbón en el Transvaal y en el Estado libre de Orange el lunes, había quedado ayer reducida a cinco pozos. El sindicato esperaba que unos 60.000 trabajadores apoyasen el paro, pero, según declaraciones del propio Rarnaphosa al servicio mundial de noticias de la BBC, "la propiedad estaba mucho mejor preparada que nosotros para esta huelga". El conflicto laboral ha afectado sólo a dos compañías, relativamente pequeñas para los niveles de propiedad surafricanos -Gencor y Gold Fields-, que se negaron a suscribír una subida de salarios del 22% negociada en julio por el sindicato con las grandes compañías, incluida la todopoderosa Angloamerican Corporation. Gencor y Gold Fields se negaron a pasar de un tope que iba del 15% al 19%.

Ramaphosa declaró a la BBC que la propiedad había cometido "toda clase de atrocidades" con el fin de intimidar a los huelguistas, que en muchos casos habían sido obligados a entrar en los pozos mineros "a punta de pistola".

Esta acusación ha sido ardientemente negada por las compañías y, principalmente, por Gencor.

Inimaginable persuasión

Las medidas de persuasión contra los miembros de un sindicato legalmente reconocido como el minero son inimaginables en cualquier país de Occidente, según la portavoz del NUM. La propiedad no sólo ha obligado a los obreros en algunos pozos a entrar al trabajo a punta de pistola, sino que se han utilizado toda clase de coacciones, como "perros, látigos, bombas de gases lacrimógenos y balas de goma. Nunca pensamos que la propiedad iba a convertir las minas en campos militares", declaró Manoko Nchwe, portavoz del NUM.El mentís de Gencor a que sus obreros han sido obligados a trabajar a punta de pistola ha sido cuestionado por Rarnaphosa en sus declaraciones a la BBC. Si no es verdad, ha preguntado el líder minero, por qué se ha prohibido la entrada a las minas a periodistas y sindicalistas. La policía y los servicios de seguridad de las compañías levantaron barricadas y controles de carretera en las zonas de acceso a las minas y no permitieron la entrada más que al personal de las mismas. Según Ramaphosa, más de 80 mineros del comité de huelga han sido detenidos y 14 mineros han sido heridos por balas de goma.

El propio Ramaphosa se vio obligado el lunes a alquilar un helicóptero para realizar una visita en las zonas de paro después de que las comunicaciones telefónicas de la sede del NUM quedaran misteriosamente interrumpidas.

Entre tanto, la ola de violencia racial, que agita a Suráfrica desde el inicio de los incidentes, justamente hace un año, y que se ha cobrado hasta ahora más de 650 víctimas, parece convertirse en un típico incendio forestal de un país mediterráneo. Los incidentes salpican todas las zonas del país, pero no simultáneamente, y así, mientras que se apagan en unas partes vuelven a surgir en otras. La violencia desde el pasado fin de semana está centrada en las zonas que rodean Ciudad del Cabo, donde se han registrado unas 32 víctimas. Anoche la policía mató a un negro en un gueto próximo a East London. [En Pretoria fueron ahorcados el viernes cinco negros condenados a muerte, informa France Presse. Con ellos, asciende a 76 el número de ejecutados durante este año.]

Por otra parte, el rand comercial sufrió ayer una depreciación de más de tres centavos de dólar cuando el Banco de la Reserva no pudo hacer frente a la masiva petición de dólares por parte de los importadores. El rand cerró en Johanesburgo a 0,4170 centavos de dólar, frente a los cerca de 0,45 que re gistró el lunes, tras la reapertura de los mercados monetarios.

En un anuncio hecho en Lusaka, la capital de Zambia, el movimiento nacionalista African National Congress (ANC), condenó ayer a la misión comunitaria europea que recientemente visitó Suráfrica por su negativa a recomendar una inmediata imposíción de sanciones al régimen de Pretoria y manifestó que la misión, compuesta por los ministros de Exteriores de Luxemburgo, Holanda e Italia, no ha sintonizado con los sentimientos de la opinión pública occidental.