Raquel Welch
se encuentra en Barcelona para rodar un anuncio publicitario de televisión para una conocida marca de cava. La actriz, considerada un sex-symbol por mor de su anatomía, sorprendió a los reporteros por su corta estatura y por la cantidad de ropas de abrigo de las que venía provista para defenderse del tórrido verano. Sea por despiste, improvisación o puro pánico ante el frío, Raquel Welch apareció en El Prat bien envuelta en bufandas, abrigo y calentadores. La protección de la estrella no se quedó en lo físico: su marido, André Wienfield, seguía sus pasos como un eficaz guardaespaldas. Con el matrimonio, que se alojará en una lujosa suite del hotel Princesa Sofía, venía también un doberman, pero Raquel Welch había solicitado, además, un servicio de seguridad adicional. No obstante, su chocante vestimenta hizo imposible que pasara inadvertida.
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