El Zaragoza estrena conjunto con rebajas en su nómina
El Zaragoza estrena conjunto esta temporada. Se han ido los dos extranjeros, Surjak y Barbas, y otros tres titulares, Canito, Amarilla y Cholo. En la compraventa de jugadores se han ganado 156 millones de pesetas. Se ha sustituido al entrenador Enzo Ferrari por Luis Costa, se pone en marcha un original y atractivo sistema de primas y parece que comienza a asomar una cierta tranquilidad en el aspecto económico.
Los traspasos más importantes fueron hechos por sorpresa., Un buen día se dijo que el Lecce, italiano, aspiraba a contratar a Barbas y poco después aquel equipo había pagado ya 205.913.967 pesetas. Ferrari y César,Luis Menotti fueron las almas de la venta y llegó a decirse que el ex entrenador de la selección argentina ganó en la operación 20 millones.
Se fue Barbas y con parecida rapidez vino Rubén Sosa. Llegó a Zaragoza el que fuera libero del club, Cacho Blanco, y recordó que podía ficharse a Rubén Sosa, apodado El Principito del fútbol uruguayo. De Sosa había dos informes de técnicos del club, hechos en 1984 y archivados,- que se desempolvaron. En 24 horas, viaje y firma. Por ' la operación se pagaron al Danubio 72 millones de pesetas. El contrato es por cuatro años y Rubén cobrará cinco, seis, siete y ocho millones cada año. De él se dice que es técnicamente perfecto y que armará el taco en España. A Sosa, de 19 años y 1,70 metros de estatura, se le conoce ya como El Poeta del gol y de una jugada suya en un amistoso se dijo que fue "un solo de violín que salvó a toda la orquesta".
Otros fichajes
Rubén Sosa no ha llegado solo. Esta temporada también estrenarán la camiseta blanquilla Pineda y Fraile, procedentes del Real Madrid, y Kalicanin, del Partizán, yugoslavo. Y a manó siempre estará la cantera del equipo filial, el Deportivo Aragón, que juega en Segunda División A. A las bajas ya mencionadas hay que añadir las de Zayas y Totó.El equipo ha cambiado los sistemas de retribuciones de sus jugadores, que sumarán a sus fichas el total de los sueldos del año y, tras dividir todo por 12, sacarán de ahí sus ingresos cada primero de mes. Las primas se acumularán al final de la temporada; si el equipo bajara a Segunda División, no se pagarían. Pero también hay dispuestos unos pluses si la clasificación del conjunto es buena. Un quinto puesto, por ejemplo, que daría opción a jugar la Copa de la UEFA, supondrían 2,8 millones para cada jugador.
Económicamente, el panorama no es desolador. Después de vender y comprar jugadores, han quedado 156 millones de pesetas limpios. A esta cantidad hay que sumar la diferencia entre lo que cobraba Ferrari, 48 millones, y lo que reciba Luis Costa, el nuevo entrenador; la rebaja en la nómina de jugadores; los 20 millones que pagará el patrocinador del equipo, Balay, y el aumento de las cuotas de socios, en un 20%.
El presupuesto será de 100 millones menos. Y se ha llegado a un acuerdo para empezar a pagar la principal deuda del club, 107 millones, con la CAZAR. Ésta comprará abonos para regalar a sus clientes, hará los recibos de socios y los cobrará directamente con una comisión que supondrá la cancelación de la deuda en cuatro años.
Pero el fútbol no es sólo mercadotecnia. Falta lo deportivo. En esto sólo cabe esperar a ver si Pineda y Sosa rinden en ataque más que Amarilla y Cholo, si Fraile supera al libero Canito y quiénes y cómo suplen la buena labor que en la línea medular hicieran Barbas y Surjak la pasada temporada. Ahí puede estar la clave y el fallo técnico del equipo, en lo que se ha arriesgado fuerte. El Zaragoza 1985-1986 puede ser un club rico con un centro del campo pobre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.