El Estado prevé destinar 20.000 millones para las expropiaciones de terrenos del parque de Disneylandia

ENVIADO ESPECIAL El creciente interés de Walt Disney Productions Corp. por instalar su proyectado parque europeo en España, para que lo visiten al año un mínimo de seis millones de personas, retrasará unas semanas el anuncio de la decisión final, prevista en principio para este mes, según medios negociadores. Los lugares exactos que disputan a Francia la prometida inversión de 350.000 millones de pesetas y sus decenas de miles de empleos están situados junto a Elche (al sur de Alicante), Pego (al norte de Alicante), Cabanes (Castellón) y Ametlla (Tarragona). Los cuatro puntos han sido valorados con sigilo con vistas a su expropiación, medida cuyos presupuestos iniciales elaborados por la Administración rondan los 20.000 millones de pesetas, y que afectará a miles de propiedades agrícolas, turísticas, de baldío o monte.

Entre los dueños de las fincas, casas de labranza o establecimientos que figuran en las zonas estudiadas literalmente con lupa por las partes que llevan la negociación -la Administración central y directivos de Walt Disney Productions-, la respuesta generalizada a un muestreo de EL PAÍS es que nadie ha dado señales, de momento, por el valor de sus patrimonios. Los registradores de la propiedad tampoco dicen haber detectado gestiones o movimientos anormales de compraventa, aun cuando los rumores que perfilan cada enclave son cada día más extensos.Sin embargo, las primeras valoraciones de terrenos han sido ya manejadas en la mesa de negociaciones, según aseguran fuentes gubernamentales y de las administraciones de Cataluña y el País Valenciano. En esta comunidad, la empresa ejecutora ha sido la Sociedad Estatal de Promoción y Equipamiento de, Suelo (Sepes), heredera del antiguo Instituto Nacional de Urbanización, que en su día realizó las expropiaciones para las plantas de General Motors. De los terrenos colindantes con Atmella se ha encargado la propia Generalitat. En ambos casos han utilizado modernos procedimientos cartográficos, que combinan la fotograria aérea con su contraste topográfico, al parecer sin llegar a ser advertidos por los habitantes de la zona.

Más de 2.000 hectáreas

El valor medio estimado para cada lugar se aproxima a los 20.000 millones de pesetas por un núcleo de 2.350 hectáreas (235 millones de metros cuadrados). A esta cantidad ha sido añadida otra de unos 7.000 millones de pesetas para infraestructuras y accesos. La zona al norte de Castellón, situada en el triángulo Torreblanca-Cabanes-Oropesa, ha resultado varios miles de millones de pesetas más barata, porque la mayor parte del terreno pertenece al Ayuntamiento y está sin cultivar. El enclave próximo a Elche, entre el aeropuerto de Alicante y Santa Pola, ronda los 19.000 millones de pesetas. Los terrenos más caros corresponden precisamente a los que en estos momentos, según los indicios recogidos, cuentan con mayores probabilidades de ser elegidos: uno, al norte de Alicante, está delimitado por Oliva- Pego-Denia; el otro, al sur de Tarragona, va de Atmella a Vandellós.

Antes de valorar cada sitio, información que ha sido complementada con la entrega de ingente documentación -desde las temperaturas medias registradas en los últimos 42 años a la estructura de la propiedad hotelera en los alrededores-, los americanos descartaron otros emplazamientos que les propusieron las autoridades españolas en Andalucía, Murcia y Barcelona. Eso fue a principios de año, con motivo de una gira en helicóptero de los hombres que comercializan el Pato Donald y Micky Mouse, a lo largo de toda la costa mediterránea.

Ahora, una vez que han procesado ingentes cantidades de información, en especial la relativa a comunicaciones con los núcleos de mayor renta en España y Europa, se espera en Madrid la visita de negociadores de Disney para la penúltima semana de agosto, con el fin de concretar las subvenciones y ayudas que facilitarían el Gobierno español y, de forma complementaria, las autonomías. Cataluña y el País Valenciano, por medio de sus consejeros de Turismo, pactaron hace meses el evitar descalificaciones o guerras que redujeran la candidatura española frente a Francia. "Tampoco nos hemos enseñado todas las cartas", declara un portavoz valenciano. Otro objetivo del acuerdo era paliar la estrategia de Walt Disney, que trata de sacar los máximos incentivos de los Gobiernos que pone a competir.

Ayudas estatales

Pese a que la decisión final sobre el emplazamiento había sido anunciada para este mes, en fuentes próximas a la Administración española y a Walt Disney coinciden en las siguientes informaciones: tardará en conocerse algunas semanas, cada vez es mayor el interés por España, quedan por atar cabos importantes en las modalidades de las ayudas y llegará antes de octubre. El Gobierno, cuya última oferta fue definida a finales de julio, ha comunicado que pasar de octubre sería complicar la instrumentación legal de sus ayudas.

Síntomas del avance hacia el entendimiento se derivan de que los matices introducidos en dicha respuesta española se centran fundamentalmente en aspectos fiscales, donde las condiciones francesas son muy diferentes. No obstante, existen dudas sobre el propio entorno del proyecto, integrado por un amplio parque de atracciones, puerto deportivo, complejo hotelero residencial de al menos 6.000 camas, campo de golf y palacio de congresos y convenciones. Meses atrás, los americanos querían recibir del Estado la propiedad de las 1.300 hectáreas centrales, así como utilizar el derecho de superficie sobre una periferia de 6.000 hectáreas más, con la posibilidad de ejercer luego opción de compra. Si bien había un acuerdo de principio, a mediados de julio plantearon limitar las expropiaciones al núcleo, comprar al Estado este terreno en lugar de que forme parte del cómputo de ayudas próximas a los 100.000 millones de pesetas, si se cuentan impuestos que dejará de recibir Hacienda, y olvidarse por el momento de la periferia.

La importancia de esta nueva actitud radica en que, mientras el parque alternativo concebido para Francia tiene carácter cerrado, tanto el proyecto de, las cercanías de París como la vaga alternativa próxima a Aviñón, el español sería ampliable o abierto.

Precisamente por esta diferencia se empezó a decantar el interés hacia España por parte de Disney, coincidiendo con el mayor control ejercido en la compañía por los constructores hermanos Bass desde finales del año pasado.